Cuando faltan pocos días para el 8 de marzo, la Universidad de Barcelona (UB) ha decidido tomar medidas para reducir el sesgo de género en las estructuras académicas, donde es muy patente. En este sentido, se ha comprometido a estudiar las recomendaciones de un informe de la la Liga de Universidades Europeas de Investigación (LERU), en qué se denunciaba que las mujeres tienen una representación insuficiente en los niveles superiores de la carrera académica. Además apuntaba que las mujeres tienen una remuneración inferior, y que ocupan lugares de trabajo a tiempo parcial o con contratos precarios. El informe de la LERU apunta que los procesos de selección no son lo bastante transparentes, y que el cómputo a nivel laboral de las maternidades perjudica a las mujeres que optan por ser madres. Por eso insta en las universidades a estudiar la situación de las mujeres, tomar medidas para evitar el sesgo de género e impulsar mujeres a posiciones de liderazgo.

La UB no está al margen

La UB ha presentado los datos del propio centro. Las mujeres representan al 62% de los estudiantes de grado y de master universitario, y un 58% en el caso de los investigadores en formación. La distribución por enseñanzas no es homogéneo y, en concreto, el ámbito de las ingenierías y carreras técnicas sigue siendo el que tiene un porcentaje menor de mujeres. Las mujeres son mayoría en 47 de las 65 enseñanzas de grado de la UB. Concretamente, del total de enseñanzas de grado, sin tener en cuenta las dobles titulaciones, 38 tienen más de un 62% de estudiantes mujeres, que suman cerca de 24.000 estudiantes. Los 27 grados restantes tienen un porcentaje de mujeres inferior a la media de la UB (62%). Estas enseñanzas suman cerca de 19.000 estudiantes.

Maestra sí, geógrafa no

La carrera con más representación femenina —con el 96% del alumnado— es la de Maestro de Educación infantil. En las carreras de ciencias y ciencias de la salud con más presencia femenina destacan Enfermería (84%), Ciencias Biomédicas (78%), Psicología (77%), Farmacia (75%) y Medicina (70%). Tradicionalmente, las mujeres se han decantado por los estudios de las áreas de humanidades, salud y educación, mientras que han demostrado menos predisposición a acceder a carreras puramente técnicas. Y es en este ámbito donde hay más diferencias. En las seis ingenierías que se ofrecen en la UB, los porcentajes oscilan entre el 11% de presencia femenina a Ingeniería Informática y el 61% a Ingeniería Biomédica. Aparte de las ingenierías, los estudios con menos mujeres son Geografía (26%), Física (26%), Economía (29%), Historia (30%) y Matemáticas (30%).

Un embudo para las mujeres

Cuando empieza la etapa de doctorado y se inicia la carrera de investigación con las primeras becas de investigación, la media de mujeres baja hasta el 58% entre los investigadores en formación. A partir del doctorado, y a medida que analizamos las diferentes categorías de personal docente e investigador, vemos que los porcentajes de hombres y mujeres cambian de tendencia: los primeros se convierten en mayoría. Sin embargo, desde el año 2012, la proporción de mujeres en el personal docente e investigador ha aumentado un 1,6%, y ha llegado hasta el 45,1% de mujeres en el 2017. Si se analiza la categoría de catedrático —el grado más alto dentro de la carrera académica—, se constata que las mujeres representan actualmente un 19,6% de estos puestos en la UB.

Disminuyen a las mujeres en posiciones de liderazgo

Comparando este dato con el del año 2012 —cuándo había un 21,6% de mujeres catedráticas—, se observa una disminución del 9,3% en la proporción de mujeres en puestos de la máxima categoría. En términos absolutos, las mujeres catedráticas pasan de 128 a 94, aunque hay que tener presente que el número total de catedráticos a lo largo del mismo periodo también se ha reducido, en un 19,2%. De todos modos, la situación del inicio —de acceso a la Universidad— cambia radicalmente cuando miramos el final de la carrera académica.