¿Recuerdas la última vez que una lectura te puso a cien? ¿Podrías decir algún libro que haya dilatado y contraído tu cuerpo de maneras inesperadas? ¿O citar un pasaje que te haya hecho segregar efluvios con perplejidad? Si no lo recuerdas, quizás quiere decir que no te ha pasado nunca. Pero siempre hay una primera vez.

Postporno en catalán

Dicen desde Males Herbes, editorial responsable de la publicación de la antología El meu primer llibre porno, que cuando inicies su lectura notarás que las mejillas se te van encendiendo. El ritmo cardiaco se te acelerará de golpe al notar el tacto sensual de unos invertebrados muy especiales. La respiración se te entrecortará al imaginar el centenar de posibilidades que ofrece el sexo con cíborgs. Los orificios se te encenderán cuando asistas a un número musical protagonizado por genitales, y emitirás los primeros gemidos, tímidos, un poco ridículos —por qué engañarnos—, cuando descubras el placer de decir las cosas más guarras en voz alta. Y sí, en algún pasaje te escandalizarás, tendrás la sensación de estar desafiando tus propios límites morales, pero si en el momento de máximo placer te empiezas a sentir culpable, siempre puedes repetir por dentro "solo es ficción, solo es ficción, solo es ficción...". Aquí empieza un viaje a las raíces del orgasmo, que al fin y al cabo también son, si lo miramos sin complejos, los cimientos de la literatura. Estamos hablando de cosas muy serias. Y recuerda, cuando haces pop, ya no hay estop.

Aquí empieza un viaje a las raíces del orgasmo, que al fin y al cabo también son, si lo miramos sin complejos, los fundamentos|cimientos de la literatura

A partir de la propuesta de Noa Noguerol, nombre de pluma de Marta González, agente literaria y poeta; Borja Bagunyà, Irene Pujadas, Max Besora, Glòria de Castro, Helena Guilera, Jordi Masó, Irene Selvaggi y Gabriel Ventura firman unos relatos que se aproximan a las formas del movimiento literario conocido como postporno o pornopunk, modulando una antología cargada de humor, juegos literarios, provocación festiva y ganas de ampliar los límites de lo que se puede escribir (e imaginar) en catalán. Un libro que muestra una sexualidad no normativa, llevando el placer a terrenos tan extravagantes que solo se pueden abordar desde el campo del arte y de la ficción.