Filmin acaba de estrenar en exclusiva Traces, thriller policíaco que seducirá a todos los amantes de la saga CSI. Prepárate para la maratón de capítulos. Crea adicción

Una saga que creó escuela

En plena explosión de la era dorada de las series de televisión, una de las producciones que consiguió sumar más adeptos a su causa fue CSI: Las Vegas. Creada por Anthony E. Zuiker y producida por el rey Midas del audiovisual Jerry Bruckheimer (es el hombre que se esconde tras el éxito de películas y series como Superdetective en Hollywood, Top Gun, Mentes peligrosas, La Roca o la saga Piratas del Caribe), este drama policial nos adentraba en la rutina de un grupo peritos forenses y criminólogos de la Ciudad del Pecado.

Un buen guión, una producción en su momento novedosa y mejor trabajo en la construcción de personajes fueron las claves para el éxito de una serie de la que no solo nació toda una saga: tras ella llegaron CSI: Miami (2002-2012), CSI: Nueva York (2004-2013) y CSI: Cyber (2015-2016), sino que también creó  escuela.

Sin la popularidad de Gil Grissom y compañía no se entendería la aparición de series como Sin rastro (2002), Caso abierto (2003), Mentes criminales (2005), Bones (2005), Numb3rs (2005), El mentalista (2008), Castle (2009), Miénteme (2009), Luther (2010), El cuerpo del delito (2011)... Una larga lista de ya incunables catódicos a la que ahora hay que sumar Traces, producción británica de seis episodios que ha estrenado en exclusiva la plataforma Filmin. 

Una alumna aventajada

Escrita por Amelia Bullmore, actriz reconocida por sus interpretaciones en Coronation Street (1990–1992), I'm Alan Partridge (2002), Ashes to Ashes (2008–2009), Twenty Twelve (2011–2012) y Scott & Bailey, aquí reconvertida en guionista (2011–2014), que a la vez se inspira en el libro Forensics: The Anatomy of Crime de la popular escritora escocesa de novela criminal Val McDermid; Traces tiene en el personaje de Emma (Molly Windsor, a la que tal vez reconozcáis por su rol en La infamia) su eje pivotal.

Joven estudiante de laboratorio, trabajando en unas prácticas, descubrirá en un supuesto caso ficticio demasiadas similitudes con el asesinato no resuelto de su madre. Lo que sucede a partir de aquí a lo largo de las diferentes entregas no es difícil de imaginar. 

En muchos momentos más cerca de los thrillers noir nórdicos que de la pirotecnia visual de las producciones norteamericanas, pese a algunos desajustes argumentales en su anhelo por resultar demasiado retorcida y poco previsible (en el otro extremo hay que destacar la labor interpretativa de su elenco protagonístico); Traces acaba sobrepasando el notable alto, destacándose desde ya como una alumna aventajada entre todas las series discípulas de CSI.