Amazon impulsa, durante el Día de Sant Jordi, actividades en torno al libro alternativas a las de los libreros tradicionales. Y ha organizado una acción en los Jardines del Palau Robert a través de la cual todos los que quieran pueden tatuarse en su brazo una cita de un gran autor. Pero no ha corrido la sangre, en el lugar. No ha habido lágrimas ni gemidos. Los tatuajes de verdad, con agujas, tardan mucho en hacerse y era imposible conseguir tatuar a mucha gente. Además, los publicistas de Amazon han considerado que quizás al cabo de unos días el tatuado se hartaría de leer a Alexandre Dumas o a Antonio Machado y preferiría cambiar de autor. Por eso, se están haciendo tatuajes con un sistema denominado Spencil, que es como una especie de calcomanía, que se hace en 5-10 minutos, y que tan sólo dura de 5 a 7 días. Incluso quien coja manía al texto tatuado, si se lo frota bien, lo podrá eliminar antes. Nadie se quedará con Ildefonso Falcones grabado para toda la vida.

La elección

Los visitantes sólo podían optar por un número limitado de citas, de unos 40 autores diferentes. Los organizadores han querido incluir en la selección literatura española (Antonio Machado), catalana (Miquel Martí i Pol, Albert Sánchez Piñol) e internacional (Antoine de Saint-Exupéry). No son frases escogidas al azar de estos autores. A través del sistema de lectura Kindle, Amazon sabe cuáles son las frases más subrayadas por los lectores y son estas las que han añadido al listado. ¡Alerta! Ya no hay secretos... Las frases que tú subrayas ahora están al alcance de tu librero virtual.

Éxito

La iniciativa ha tenido un gran éxito. Cuando llevaban dos horas, ya habían pasado 100 personas por las manos de los tatuadores y la cola seguía creciendo. Entre los que se han tatuado, las mujeres predominan, de forma claríssima. Probablemente, al final de la jornada, más de medio millar de personas lleven grabadas sobre su piel citas de grandes autores. Entre las más celebradas: "Tot està per fer i tot és possible", de Miquel Martí i Pol; "Hoy es siempre todavía", de Machado o "Lo esencial es invisible a los ojos" de El pequeño príncipe. Pero también había quien se inclinaba por Ildefonso Falcones: "Hi havia mar brava, el cel era gris plom"... Los grandes éxitos al alcance de todo el mundo.