Susan Meiselas (Baltimore, Maryland, 1948) es una de las fotoperiodistas más prestigiosas del siglo XX: sus fotos han aparecido con frecuencia en publicaciones como Time, GEO o Paris Match. Es muy conocida por sus reportajes sobre la revuelta sandinista en Nicaragua, pero ha recorrido muchos otros escenarios conflictivos, y ha dedicado especial atención a Kurdistán. Pero también ha hecho reportajes sobre la gente de su entorno en Estados Unidos. En estos momentos la Fundación Tàpies muestra una exposición retrospectiva sobre su obra: Susan Meiselas. Meditaciones. Y en laBonne, el Centre de Cultura de Dones Francesca Bonnemaison, se presenta una exposición con dos reportajes de denuncia de los abusos machistas: Archives of Abuse y A Room of Their Own. Para presentar esta última exposición, Meiselas ha visitado Barcelona y ha sido entrevistada por El Nacional en la Fundación Tàpies.

Susan Meiselas - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

Sus reportajes suelen reflejar realidades muy duras. ¿Por qué estos temas?

Cuando cojo mi cámara no pienso en que quiero hacer un reportaje especialmente triste. Pero es que los temas que retrato son temas que me conmueven, que me preocupan. Son ámbitos que quiero entender mejor. La fotografía es una forma de entrar en una realidad que yo creo que es importante, y que puede ser importante para los demás.

¿Ha podido hacer los reportajes que ha querido o ha trabajado básicamente por encargo?

No me han mandado a hacer cosas... La mayoría de reportajes han surgido de mi propia iniciativa. Cuando estuve trabajando en los años 1980 en América Latina, a veces me invitaron a hacer algunas cosas, pero la mayoría de las veces hice lo que yo quise.

No creo que haciendo una foto pueda cambiar este mundo

¿Considera, pues, que la fotografía puede ser una herramienta para cambiar el mundo?

No creo que haciendo una foto pueda cambiar este mundo, no es esa mi intención. En realidad, no creo que eso pase, pero mantengo la esperanza en que pueda ser así. La lucha es mantenerse siempre abierta, no caer en la desesperación y nunca volverse cínica.

¿Qué responsabilidad tiene el fotógrafo respecto a la gente que fotografía?

El fotógrafo siempre tiene responsabilidad frente a la gente que está delante de su objetivo. La pregunta es ¿Qué hacer? ¿Qué es lo más apropiado?  Para mi es una cosa instintiva, natural, nadie me dijo que lo hiciera... Cuando empecé, en los años setenta, me gustó mucho la Polaroid, que influenció mucho mi práctica. Era una forma fácil de dar algo a los retratados. Les daba fotos a los que colaboraban conmigo. Era una invitación a reaccionar, para que la gente se proyectara en sus imágenes.

En algunos de sus reportajes se pregunta por el papel de la fotografía en el mundo actual

Yo no soy una teórica. Esto son cosas que para mí empezaron por el simple hecho de estar en el campo de la fotografía. Son preocupaciones que salen de la práctica.

Sandinista Tàpies Susan Meiselas Magnum Photos

'Hombre Molotov'. Sandinistas en la sede de la Guardia Nacional de Estelí. Estelí, Nicaragua, 1979 © Susan Meiselas / Magnum, 2017.

No basta con quedarse en un lugar por un tiempo, se tiene que volver pasado unos años y así puedes reflejar los cambios, las transiciones

Apuesta con frecuencia por reportajes a largo plazo. Con frecuencia quiere volver al lugar donde estuvo hace años. ¿Por qué?

Siento que es lo más interesante, para mí. No basta con quedarse en un lugar por un tiempo, se tiene que volver pasado unos años y así puedes reflejar los cambios, las transiciones... Lo hago desde que empecé a hacer fotografías. Empecé a fotografiar los sitios donde estaba viviendo, mi comunidad… Y de vez en cuando la he seguido fotografiando. Y cuando empecé a hacer Carnival Strippers, un reportaje sobre los espectáculos pornográficos ambulantes, me pasé 3 años para hacerlo. Cada vacaciones pasaba 4 o 5 semanas retratando a las strippers. En cierta forma, este ritmo me resultó muy apropiado. Me permitía repensar lo que iba a hacer antes de cada tanda de fotografías.

Las fotografías son evidencias de las relaciones que tuvieron los extranjeros con los kurdos

En la exposición Susan Meiselas. Meditaciones expone, junto a sus propias fotos, fotografías del pasado kurdo, ¿por qué?

Es una forma de ayudar a pensar. Hay toda una historia de gente viajando, trabajando y haciendo fotos, que establece relaciones distintas con los kurdos. Documenté primero las relaciones que establecieron con el pueblo kurdo, y las fotografías son evidencias de las relaciones que tuvieron. El vínculo que establecieron queda patente en la fotografía, como pasa también en la fotografía contemporánea. Me interesa saber qué relación tienen los que hacen las fotos con los fotografiados.

Susan Meiselas - Sergi Alcazar

Susan Meiselas en su exposición en la Fundación Antoni Tàpies. © Sergi Alcàzar.

Para mí lo interesante es el fotógrafo, el retratado y el espectador. Es la relación entre los tres lo que explica una foto

Su libro sobre Kurdistán es más que una historia de la fotografía en el territorio.

Cuando llegué a Kurdistán movilicé a muchísimas personas. Quería entender la historia del territorio a través de la fotografía. Cada fotografía te abre la puerta a una relación. Intento saber la historia de cada imagen: quién hizo la foto, para qué, para quien, cuándo, cómo... Me interesa saber toda la historia que hay alrededor de la foto. Pero no soy historiadora, ni antropóloga. Hay gente que sólo se fija en el fotógrafo, para mí lo interesante es el fotógrafo, el retratado y el espectador. Es la relación entre los tres lo que explica una foto.

¿Qué papel juega en sus reportajes sobre Kurdistán la fotografía de los exiliados?

Mi primer reportaje en Kurdistán fue en abril de 1991, tras la insurrección reprimida por Saddam Hussein. En el primer año tomé fotos de los refugiados, de los pueblos destruidos… Pasé temporadas largas en Iraq; eran tiempos de fotografía analógica, y tenía que volver para revelar, saber lo que había hecho y preparar nuevas fases de mi reportaje. Más tarde empecé a hacer la colección de las fotografías sobre Kurdistán obtenidas en Irán, Turquía, Europa… Muchas de ellas tomadas por los propios kurdos. Con la diáspora empecé a hacer una investigación que acabó disminuyendo mi trabajo. No me interesaba tanto reflejar el presente como buscar el pasado. Y las fotografías de su tierra que tenían los emigrantes eran muy relevantes.

¿Volvería ahora a Kurdistán para seguir fotografiando el país?

Estuve allí hace un par de años. Había un foro, pero no fui tanto a hacer fotografías, como para pensar qué más se puede hacer. No diré que no volveré a Iraq para hacer fotografías. Pero ahora tengo que pensar: si voy ahí, ¿qué voy a hacer? Tengo que pensarlo bien.

Kurd assassinat susan Meiselas Magnum Photos

Fotografía de Kamaran Abdullah Saber, de 20 años, mostradas por su familia en el cementerio de Saiwan Hill. Fue asesinado en julio de 1991 durante una manifestación estudiantil contra Saddam Hussein. Kurdistán, Iraq del Norte, 1991 © Susan Meiselas / Magnum Photos, 2017.

¿Ha cambiado el papel del fotógrafo de prensa?

En los años 90 me di cuenta del poder que implica tener una cámara digital o un simple teléfono móvil. Mucha gente puede hacer fotografías y reflejar la realidad que ha vivido. Ahora con internet se puede enviar la foto y la policía y el ejército no te encuentra nada. Nuestro papel, el de los fotoperiodistas, ya no es tan relevante. Ahora una de las cosas más interesantes es ver cómo utilizar el e-phone, cómo recolectar, divulgar y proteger las imágenes que tienes. Ahora me planteo bien para qué volver a un punto determinado, para qué volver a ver una persona... Tengo que hacerme preguntas que me inspiren para hacer fotografías. Como me pasó cuando se celebró el 25 aniversario de la revolución sandinista, que me planteé mucho qué se podía hacer, un cuarto de siglo después. Me interesaba analizar qué preocupaciones tenía el pueblo entonces, en los ochenta, qué función tenía la fotografía en la memoria… Cada vez que iba a El Salvador mi familia y mis amigos intentaban convencerme de que no fuera. Pero yo iba, porque pensaba que tenía que ir. Ahora es muy distinto. Hay mucha gente desde dentro que está documentando lo que pasa. Las cosas no funcionan igual y tenemos que trabajar de forma distinta.

Las imágenes que tomé en El Salvador siguen teniendo tanta importancia ahora como entonces

Pero hay fotografías suyas que han tenido un papel muy relevante, como las que hizo en El Mozote, en El Salvador, que permitieron poner al descubierto una terrible matanza…

Para mí lo de El Mozote es tan relevante ahora como hace 25 años… Hace 10 meses volví al lugar. Y las imágenes que tomé siguen teniendo tanta importancia como entonces, porque no hay cambios. No ha habido ninguna asunción de responsabilidades, no se ha reconocido ninguna culpabilidad. Los hechos están en proceso, todavía…

Usted ha fotografiado terribles conflictos bélicos, pero no renuncia a hacer reportajes sobre otros temas. Uno de los que presenta en la exposición de la Fundación Tàpies es sobre un local de sadomasoquismo. ¿Cómo selecciona los temas que trabajará?

Buena parte de mis trabajos es sobre la violencia. El reportaje sobre el sadomasoquismo, Pandora’s Box, es de los años 1980. Era un tema que me interesaba para entender cómo es la violencia entre las personas. Muchas veces, en mi vida, me he encontrado con el tema de la violencia. En Pandora’s Box, en algún sentido, la violencia es deseada por dos personas que buscan una relación violenta. Contrasta absolutamente con mis trabajos sobre las mujeres maltratadas, personas que no han invitado a la violencia, pero que la han sufrido.

Susan Meiselas - Sergi Alcazar

Susan Meiselas en su exposición en la Fundación Antoni Tàpies. © Sergi Alcàzar.

Me interesa mucho el tema de la violencia doméstica

¿Cuáles son sus intereses actuales?

Ahora me interesa mucho el tema de la violencia doméstica. Ya lo trabajé en San Francisco hace 25 años, y ahora lo estoy tocando en Inglaterra, en un centro de acogida para mujeres maltratadas. Es el trabajo que presento ahora en laBonne. Quiero que este trabajo se difunda. Y dentro de dos semanas visitaré otra vez Pandora’s Box, porque han cambiado de local.

¿Va a viajar para hacer algún reportaje próximamente?

Ahora me lo pienso mucho más antes de salir, porque creo que mi trabajo sobre el terreno no es tan relevante. Pero puedo leer algo esta noche y decidir que mañana voy a marchar a algún sitio. Soy muy instintiva.

¿Hay algún reportaje que haya lamentado no poder hacer?

Quise hacer un trabajo, hace años, sobre los ladyboys en Bangkok. Me preguntaba sobre las transexualidades, una cosa que me fascina. Ahora ha pasado mucho tiempo, pero aquel era el momento clave para hacer el reportaje, cuando era mucho menos conocido. Y es que el tiempo lo es todo en fotografía: el tiempo que capturas, el tiempo que te ocupan las imágenes…