Succession ha tomado el relevo a Game Of Thrones y se ha coronado este domingo como el mejor drama en la 72 edición de los Emmy, que se ha celebrando en Los Ángeles con un evento virtual debido a la pandemia.

Tras el final de Game Of Thrones, que año tras año ganaba esta importante categoría sin dejar margen a sus competidoras, la incógnita de esta edición era conocer quién ocupaba su hueco como la nueva ficción reina al final de la ceremonia.

Finalmente Succession se ha impuesto a otras favoritas como la distópica The Handmaid's Tale, el fenómeno británico de The Crown, la ficción sobre el universo Star Wars The Mandalorian o la popular Stranger Things.

En total, la serie de HBO se ha llevado cuatro galardones: mejor serie dramática, guion, dirección e interpretación masculina para su protagonista Jeremy Strong.

Una gala virtual

El humorista Jimmy Kimmel, presentador del evento, ha dado la bienvenida desde el mítico Staples Center de Los Ángeles, la sede simbólica de una cita que no ha tenido alfombra roja, invitados famosos ni discursos sobre el escenario.

Jimmy Kimmel Emmy coronavirus   EFE

Jimmy Kimmel, presentador de la gala / EFE

Con más de 130 conexiones en directo repartidas por todo el mundo, los Emmy han tratado de sacar adelante la que ha sido la primera gran gala de premios durante la pandemia, una velada que ha servido como prueba para lo que podría suceder en el futuro con otros galardones como los Oscar, los Globos de Oro o los Grammy.

Mejores actores

Zendaya (Euphoria) y Jeremy Strong (Succession) se han coronado como mejor actriz y actor de serie dramática. La joven Zendaya (24 años) se ha llevado algo parecido a la mayor ovación de la noche tras imponerse en una reñida categoría contra veteranas de la interpretación como Jennifer Aniston, Olivia Colman, Laura Linney, Sandra Oh y Jodie Comer.

"Admiro a todos los que trabajan en esta industria", ha expresado la actriz emocionada desde su hogar, acompañada de los gritos y aplausos eufóricos de su familia.

Zendaya se ha convertido en ese momento en la actriz más joven en ganar el Emmy a la mejor interpretación dramática y por ello su discurso ha sido una especie de presentación ante sus compañeros de Hollywood, donde ha entrado con paso firme.