Sopa de Cabra ha escogido Londres para dar su primer concierto de la gira 30 anys, 3 ciutats, una celebración que los llevará a Barcelona el 21 de octubre y a Madrid el día 27. "Londres es una ciudad donde no habíamos tocado nunca y es muy importante musicalmente", cuenta Gerard Quintana, antes de salir al escenario. "Muchas de las influencias y los sueños que hicieron que nos entregásemos a este trabajo venían de aquí", reconoce.

El concierto de este viernes en la sala The Grand, una de las más importantes de la ciudad, constata que "de repente Sopa de Cabra vuelve a ser una realidad estable; no se había acabado como nos pensábamos", dice Quintana, que reconoce que ahora el grupo "tiene que estar presente y hacer cosas nuevas".

Centenares de personas, la mayoría catalanes residentes en el Reino Unido, pero también seguidores que se desplazaron desde Catalunya para vivir el arranque de la gira en Londres, recibieron con gritos de "Soys cojonudos" e "Independencia" a los Sopa. El concierto combinó éxitos recientes como Camins, Cercles o El far del sud con clásicos de sus inicios como Sota una estrellaGuerra, Si et quedes amb mi, L'Empordà El carrer dels torrats.

Quintana reconoce que a la hora de escoger Londres como ciudad donde iniciar la gira "ha hablado el estómago", la misma "parte irracional" que les hizo escoger este oficio hace 30 años. "Para nosotros es importante hacer cosas que nos sorprendan, que no hayamos hecho antes", dice Quintana, que considera que tocar en la capital británica "es una manera de cerrar un círculo". "Cuando éramos jóvenes soñábamos con cosas así; poder salir de nuestro ámbito local, comarcal, provincial e ir a tocar en otro país. Es como un sueño que se hace realidad", dice el bajista de la banda, Francesc Cuco Lisicic.

"El público decidió que siguiéramos"

Con respecto a la decisión de abandonar los escenarios indefinidamente el año 2001, Sopa de Cabra sostiene que la banda "no decidió dejarlo, sino que se acabó". "Siempre hemos sido muy sinceros con lo que hemos hecho, nunca hemos sabido disimular, ni seguir porque nos iba bien", asegura Quintana y lo mismo pasó el año 2011. "No decidimos volver, decidimos celebrar los 25 años de la banda", explica el cantante gerundense, que recuerda que no sólo consiguieron llenar el Sant Jordi solos, sin ningún otro grupo, hecho que no había pasado nunca antes, sino que se convirtieron en tres Sant Jordi". "Nos desbordó absolutamente, fue el público finalmente quien decidió que siguiera", recuerda Quintana.

"Nuestra opción no era volver, era hacer una celebración, pero se nos fue una pizca de las manos, fue una cosa inesperada", explica Cuco Lisicic. "Cuando en tres semanas aproximadamente 90.000 personas viene a verte, es cuando te planteas que eso no se había terminado, como te pensabas", dice Quintana. En este sentido, asegura, "la banda no se tiene que limitar a tocar repertorio antiguo" sino a "estar presente y hacer cosas nuevas".

'30 anys, 3 ciutats'

Quintana reconoce que desde que Sopa de Cabra empezó, el año 1986, "han cambiado muchas cosas." "Entonces no había nada, teníamos la sensación de estar todo el rato abriendo camino y sacando malas hierbas", recuerda. "El mundo está viviendo unos cambios aceleradísimos y la industria no tiene nada que ver con cuándo empezamos, ni la relación del público con la música," asegura, pero celebra que "aquello que no cambia son las canciones, 30 años después siguen estableciendo esa alquimia con la gente, las han hecho clásicos del cancionero popular".

La gira de celebración de los 30 años de Sopa de Cabra les llevará a Razzmatazz, el día 21 de octubre, y a la sala Joy Slava de Madrid, el día 27. Según los Sopa, "Madrid es una ciudad más rockera que Barcelona, que está más pendiente de modas y tendencias", opina Quintana. Con respecto a Barcelona, reconocen que es la ciudad donde se hicieron grandes. "Es la ciudad que conquistamos, los de comarcas teníamos que ir y convencer a Barcelona", recuerda Lisicic.