Virginia Woolf en el supermercado, adictos a la abstemia y manuscritos que se pierden en un taxi. Estas son algunas de las historias deLa gran novel·la sobre Barcelona que volverán a ver la luz. La editorial Quaderns Crema ha puesto en marcha una reedición de la recopilación de cuentos de Sergi Pàmies cuando se cumplen 25 años de su publicación. Con un nuevo prólogo de Jordi Puntí y un epílogo del propio Pàmies, el sello apuesta para trabajar su fondo y dar a conocer a las nuevas generaciones este clásico contemporáneo. El libro es "una historia apócrifa de la ciudad", como lo describió el autor este pasado martes en el acto de presentación de esta reedición. A través de la promiscuidad del cuento, explora algunos de los escenarios barceloneses haciendo gala del estilo irónico y provocador que lo caracteriza. "Es la provocación de la inteligencia" decía Sandra Ollo, editora de Cuadernos Crema y viuda de Jaume Vallcorba, fundador de la editorial. Y a la vez, La gran novel·la sobre Barcelona también es un punto de inflexión en la carrera de Pàmies, que le valió el premi Crítica Serra d’Or, y la antesala de una eclosión literaria que duraría décadas.

Manuscritos y rotondas

Sergi Pàmies ha destacado que se acerca a la reedición sin conciencia retrospectiva, pero si con curiosidad por la oportunidad de alguna cosa que no puede identificar. Se compara con el homenajeado en una fiesta sorprendida "que la prohíbe y la censura", pero que, a la vez, "deja la puerta abierta a la vanidad". "Me lo he tomado como un experimento" destacaba, "mi actitud aquí ha sido 'sí a todo', al contrario que durante toda mi carrera".

Mi actitud con la reedición ha sido 'sí a todo', al contrario que durante toda mi carrera

El autor escribió los cuentos de la recopilación entre 1995, 1996 y los primeros meses de 1997. A diferencia de sus libros anteriores, acababa de ser padre y encontró en el cuento la forma literaria adecuada de compaginar la actividad creativa con las adquiridas responsabilidades paternales. La narrativa corta sería la fórmula que le brindaría sus grandes éxitos literarios. Pero la obra es producto no sólo de circunstancias familiar particulares, sino también de una época de gran prosperidad creativa en que culturalmente se aplaudía la experimentación y donde|dónde el apremio narrativo se había en gran parte extinguido. "Era una época en que se podía hacer todo" decía el autor, "hacer cosas rompedoras estaba en el aire del tiempo".

Era una época en que se podía hacer todo. Hacer cosas rompedoras estaba en el aire del tiempo

No es de extrañar, pues, que las páginas de La gran novel·la sobre Barcelona estén llenas de juegos capciosos, de tramas inverosímiles y de rupturas estrambóticas de las voces narrativas. En el cuento que da nombre a la recopilación, narran los huesos de un fusilado en Montjuïc, que disfruta oyendo a los Rolling Stones en el Estadi Olímpic. Otra historia reescribe brevemente el mito de Romeo y Julieta, pasado por el cedazo cruel del paso del tiempo. Y, en otra, Virginia Woolf hace la compra en el supermercado.

Objetos encontrados

El juego impregna incluso el título del libro, que Pàmies pensó como una respuesta a los 'popes literarios' que se quejaban de que a la literatura catalana faltaba una gran novela sobre Barcelona. "Pensé que tenía el deber patriótico de sabotearlo. Ahora cuando alguien se lamenta, siempre tiene que decir que hay aquello del Pàmies, que es un libro de cuentos", dice el autor. "Sólo por el placer oscuro y psicopático de ser una voz discrepante ya estoy satisfecho", bromea.

Sergi Pàmies - Guillem Roset / ACN
Sergi Pàmies reedita su emblemática recopilación de cuentos La gran novel·la sobre Barcelona - Guillem Roset / ACN

Sólo por el placer oscuro y psicopático de ser una voz discrepante ya estoy satisfecho

Aparte de éste, todavía hay otro mito que el libro apuesta para fustigar. "En aquella época, algunos idiotas iban diciendo que se habían dejado el original de una novela buenísima en un taxi. Había a quien decía de Nueva York y había a quien decía de Berlín", rememora Pàmies. La tecnología, las copias de seguridad y la existencia de la nube pusieron fin a la leyenda que, como una rotonda, comunica todas las historias de la recopilación. Una visita a la oficina de objetos perdidos para hacer una crónica en El País fue otro de los puntos de inspiración. "Me dijeron que era la oficina de objetos encontrados, no perdidos. Parece ser que los barceloneses no perdemos las cosas sino que las encontramos", dice irónicamente el autor.

El próximo libro

Pàmies debutó con la recopilación de cuentos T’hauria de caure la cara de vergonya, el año 1986, y, después de publicar las novelas Sentimental y L’instint, acabó abandonando el género. "La experiencia de la paternidad me transformó. Tuve dos hijos que hicieron que todo cambiara". Desde entonces, ha publicado hasta seis libros de narraciones cortas, entre los cuales destacan L’art de portar gavardina (2018) y Si menges una llimona sense fer ganyotes (2006).

Los libros envejecen mejor que las personas

Ya en la sesentena y parcialmente liberado de las responsabilidades paternales, el autor constata que "los libros envejecen mejor que las personas". Aunque declara no releer lo que publica una vez ha salido, confiesa que esta vez ha hecho una excepción. Y parece haber quedado satisfecho con el decalaje de veinticinco años, porque no ha tocado ni una sola coma del texto original.

He visto que Daft Punk han reeditado Homework, disco que también cumple 25. Estoy en la onda

Escritor de gestación lenta, Pàmies no esconde que está preparando un nuevo libro de relatos, género con el cual se sigue sintiendo muy cómodo. Revela que explorará la relación entre padres hijos una vez estos se han hecho adultos, un tema "literariamente estimulante". Y se atreve con las comparaciones: "He visto que Daft Punk han reeditado Homework, dico que también cumple 25. Estoy en la onda".