No todos los escritores tienen grandes colas por Sant Jordi. Alfred Bosch, antes de ganar varios premios literarios, fue un año a firmar en el Passeig de Gràcia un libro sobre Nelson Mandela: no firmó ni un ejemplar. Ninguno. No se estrenó. Hoy también será el día en que muchos autores constatarán que su obra no es la favorita de las masas. En realidad, la mayoría de los escritores no firman en los stands de las grandes librerías o de los grandes almacenes, sino en pequeños puestos de librerías pequeñas o medianas, o de editores poco conocidos, que hacen tiradas cortas. Uno de estos autores es el mallorquín Sebastià Portell (1992).

Un autor novel

Sebastà Portell todavía estudia. Hizo Publicidad y Relaciones Públicas en la Pompeu Fabra y ahora estudia Lengua y Literatura Catalana por la UOC. Ha escrito teatro, cuentos y un ensayo sobre la escritora Antònia Vicens. Ha ganado algunos premios, sus obras se han representado... El año pasado se estrenó en la firma de libros de Sant Jordi con su libro Maracaibo. Este año vuelve al Passeig de Gràcia, aunque ha cambiado de acera, para presentar La recerca del flamenc (La Breu Editorial), un libro de cuentos escrito a seis manos con Joan Todó y con Jaume C. Pons Alorda.

Perspectivas limitadas

Portell sabe que hoy no tendrá grandes colas. En un rato sólo se le ha aproximado una señora para que le firmara un libro. Y a pesar de todo tiene una gran ilusión con el día de Sant Jordi: "Es la parte dulce de escribir. Recibes tu premio cuando la gente viene a buscarte. Es un día muy bonito". "Sería bueno que hubiera dos o tres Sant Jordis cada año", añade.

Las limitaciones

Aunque la valoración que hace de la fiesta de Sant Jordi es entusiasta, ya que en su Mallorca natal la fiesta no tiene tanta importancia, Portell no deja de ser consciente de las limitaciones de la festividad. "Lo único que me da lástima", reflexiona, "es que este día sirve para hacer sentir un poco mejor a aquel que no lee nunca. Es una especie de premio de consolación": También le da pena "que algunos grandes grupos editoriales se dediquen a maniobras poco éticas que nos acaban por hacer daño a todos".

El Sant Jordi de un autor

Portell hace seis años que está en Barcelona, y está encantadísimo con esta fiesta. Y eso que es un comprador compulsivo, que no pasa muchos días sin comprar un libro. "Para mí cada día es Sant Jordi", explica: "No puedo entrar en una librería sin llevarme alguna cosa". Hoy, con más motivo todavía, comprará un libro, pero todavía no sabe cuál: "Me dejaré enamorar", comenta.