El conseller de Cultura, Santi Vila, ha presentado su programa cultural en formato de conferencia, bajo el lema “Demà és ara. Polítiques culturals en un moment fundacional". El acto ha tenido lugar en el Petit Palau, en el Palau de la Música, con una asistencia de unas 300 personas,

La conferencia

El acto, que se ha iniciado con una actuación musical, con dos piezas de Pau Casals, ha seguido con la presentación del conseller Mas-Collell, que ha hecho una glosa de la figura del conseller, a quien ha calificado de persona de talante político nada convencional. Ha resaltado que Vila es una persona abierta a concesiones, pero también valiente, audaz... En doctrina política, Mas-Collell ha calificado en Vila de inclasificable, “a un hombre de vocación moderada”.

Líneas de orientación

El conseller ha anunciado que el encuentro de hoy no iba destinado a detallar las políticas que se aplicarán, sino los valores que las tienen que inspirar “si las cosas van bien”. Ha afirmado que hay que modernizar las políticas culturales y ha asegurado que el “momento fundacional que se vive” es perfecto para tomar decisiones de este tipo. Vila ha reivindicado la curiosidad como uno de los principios que regirá las futuras políticas. Y ha opinado que la administración tiene que crear las condiciones para el desarrollo de la cultura, pero partiendo de la base de que su aportación tiene que ser modesta.

¿Qué cultura?

Vila ha anunciado que se aproxima a las políticas culturales, no desde una perspectiva romántica, sino desde una vertiente ilustrada. Y ha reivindicado la cultura como una convergencia entre la tradición y la innovación. “Venimos de lejos”, ha recordado, haciendo referencia a la herencia de los modernistas, de los noucentistas, de los republicanos, y también de los resistentes del franquismo

¿Por qué?

Santi Vila ha afirmado que la cultura es básica porque da la oportunidad de ser mejores. Y en este marco ha reclamado una mayor financiación para la cultura. Cree que hay cosas que se tendrían que hacer en circunstancias normales en un país normal, y que aquí no se pueden hacer. Ha afirmado que el porcentaje del presupuesto dedicado a cultura es todavía demasiado débil. Y por eso ha reivindicado el soberanismo, ya que el Estado se ha retirado en demasiado del mundo de la cultura a Catalunya.

Construir sobre el pasado

El conseller ha proclamado que la política cultural tiene que ser memoria, tradición y herencia, y que esta es la condición para que la cultura pueda ofrecer innovación. Y dentro de la defensa de la tradición ha recordado que hace falta todavía la protección de la lengua catalana, base de transmisión de la cultura. Esta defensa de la lengua, para Vila, es una obligación moral: hay que actuar decisivamente en ámbitos donde la demanda del catalán no tiene respuesta (ya ha prometido acciones en el campo del doblaje). Pero al mismo tiempo, Vila ha pedido un compromiso con la diversidad cultural. Recuerda la existencia del aranés, pero también de las lenguas que hablan los nuevos catalanes que vienen de todo el mundo. En tono conciliador, ha hecho una apelación a la literatura catalana en lengua castellana y ha apostado abiertamente por la “convivencia con el castellano”.

Cultura para todos

Santi Vila ha afirmado que se tratará fomentar la cultura de base. Y por eso ha prometido incrementar en un 20%, de inmediato, el presupuesto de adquisición de fondos bibliográficos para las bibliotecas de Catalunya. Ha asegurado que la cultura tiene que servir como herramienta de ascenso social, y ha reconocido que ahora no funciona como tal. Ha prometido medidas para que la gente con problemas económicos pueda acceder a los grandes equipamientos, y también medidas para mejorar la comprensión lectura y el conocimiento de lenguas de todos los sectores sociales. Además, ha anunciado medidas para garantizar el equilibrio territorial y garantizar que todos los territorios puedan tener acceso a los bienes culturales.

Cultura con ruptura

El conseller ha reclamado una cultura con originalidad y creatividad. Y ha asegurado que la cultura tiene que ser contracultura y ruptura. Para él, el protagonismo real de la cultura tiene que estar en la sociedad civil y no en las instituciones, ya que si la cultura catalana ha sobrevivido en tiempos difíciles ha estado, justamente, gracias a la sociedad civil.

El compromiso de la cultura

Santi Vila ha reclamado que la cultura es inseparable del compromiso, y ha elogiado la posición de los creadores catalanes en este aspecto, citando las películas actuales que hablan de los desahucios. Ha asegurado que la cultura tiene que rehuir el partidismo y el sectarismo, y para hacer unas políticas culturales más abiertas a todos ha abogado por un Pacte Nacional per a la Cultura, consensuado entre todas las fuerzas políticas y actores del mundo cultural.

Los beneficios de la cultura

Santi Vila ha querido también referirse, finalmente, al papel de la cultura como industria, argumentando que una parte significativa del producto interior bruto catalán procede de la cultura y genera mucho empleo. Y ha apuntado que, en cierta medida, la cultura actúa también como motor de las actividades turísticas, consolidando un sector clave de la economía catalana.

Un momento fundacional

Santi Vila ha afirmado que “este momento fundacional que vivimos es un momento especialmente abierto a la crítica. Se puede criticar todo para empezar de nuevo, y eso es una oportunidad para hacer limpieza. Y también es una oportunidad para el compromiso personal de todos...”