"Una cerveza, por favor", pido al camarero. "¿Una Estrella?", me responde desconcertándome. ¿Hay alternativa? Un año más, ya no sé desde cuándo, pero ya es una tradición, la Antiga Fàbrica Estrella Damm ha acogido una nueva edición del Sant Jordi Musical.

Una festividad con banda sonora propia. Un día del libro y la rosa diferente. Ya toda una tradición. Algo así como vivir en un solo día una extraña mezcla (o no tanto) del festival Vida, un paseo por la supermanzana de libros del paseo de Gràcia y ser protagonistas de uno de aquellos anuncios mediterráneamente ideados por el imaginario genial del publicista Oriol Villar.

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Els Catarres ha sido uno de los nombres destacados del Sant Jordi Musical 2023 / Foto: Irene Vilà

Triquell lo incendia todo

Una chica lee un libro al lado de la mesa de mezclas que tiene que modular el sonido del concierto de Els Catarres. Una rosa permanece abandonada al lado de una columna. Por megafonía suena la sesión #53 de Bzrp con Shakira. En el día de los enamorados en nuestro país, la gente corea a viva voz una de las canciones más agrias nunca escritas sobre la ruptura y el desamor. Decenas de personas se pasean por los diferentes escenarios situados en diferentes enclaves del recinto de la calle Rosselló con camisetas del Barça (hoy hay partido importante). Un ejército de padres y madres circulan por la Antiga Fàbrica empujando el cochecito de moda: el Yoyo Babyzen. Y una cola infinita espera que Triquell, el enfant terrible de Eufòria, les estampe una firma en un trozo de papel, la camiseta o el brazo. Firma que se completa con la foto selfie de rigor. El compañero de iCat FM Franc Lluis Giró le pide a Ramon Montardit, responsable de prensa de la discográfica de Triquell, si puede llevarse 15 minutos al cantante. "Si quieres que la gente prenda fuego a esto, adelante". Franc Lluis acaba conectando en directo desde la mesa en la que Triquell está firmando. Por la Damm está previsto que pasen algunos de los nombres más relevantes de la escena musical catalana del momento, pero hoy él es la estrella (nunca mejor dicho) incuestionable.

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Centenares de personas han disfrutado de sus artistas favoritos en el Sant Jordi Musical de la Antiga Fàbrica Estrella Damm / Foto: Irene Vilà

El día más bonito del año

La música ha empezado a las 12 con Triquell marcando las primeras notas del Sant Jordi Musical. Acabará bien entrada la tarde con Gertrudis y Sergi Carbonell, el teclista de Txarango ahora en solitario, en medio nombres como 31 Fam o Koers. Me da tiempo a poco. Hoy hay trabajo. No me marcharía. Me quedaría todo el día, haciendo cañas, Estrella, claro, y disfrutando de los conciertos. Veo Els Catarres. Efectivos como siempre. Me enamoro del pop metafísico con préstamos de la canción francesa de La Marta Rius. No la conocía. Solo por descubrirla ya ha valido la pena venir. Me cautiva con las canciones de Set, su último disco. Un álbum que, explica, ha escrito mientras superaba un cáncer de pecho. Me voy. Mientras salgo me cruzo con una pareja que se dice que se quieren. Ríen. Son felices. De fondo suenan The Sick Boys. Por esto Sant Jordi es el día más bonito del año.