Poco más de dos meses le han bastado a Avatar: el sentido del agua para convertirse en la tercera película más taquillera de la historia y estar nominada en los Oscars 2023. Pero su acceso al podium ha causado el desplazamiento de otra película a la cuarta posición: Titanic ha perdido el bronce en detrimento de la secuela de Avatar, original que sigue liderando la lista como la producción que ha reunido más recaudación de todos los tiempos. Las tres películas tienen que común que están dirigidas por James Cameron, y también que arrasaron en las nominaciones de los Premios Oscar en sus respectivas ediciones, aunque en cuanto a estatuillas, la producción sobre el barco más famoso del mundo sigue en clara ventaja con un total de 11 galardones en su poder. Sea como sea, lo que está claro es que el universo de Pandora y sus habitantes Na'vi ha enamorado a los espectadores con una visión moderna (aunque lamentablemente histórica) de la eterna batalla entre el ser humano y cualquier otra forma de vida, siempre mostrando al hombre como medida de todas las cosas, y con unos efectos visuales espectaculares por los que ha merecido la pena esperar más de 10 años. Sin embargo, algunas ideas de las grabaciones de Avatar: el sentido del agua tienen su origen en escenas sacadas de Titanic.
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Las similitudes de Avatar: el sentido del agua y Titanic
Está claro que James Cameron ha querido que ambas producciones tengan cierta semejanza en algunas de sus partes, un guiño al propio trabajo que el cineasta ha desarrollado en sus más de 30 años de trayectoria en el mundo del cine. Por eso, una de las escenas de más tensión de Avatar: el sentido del agua se inspira directamente en Titanic. Concretamente, en un momento clave del naufragio del buque en el que Jack y Rose (Leonardo DiCaprio y Kate Winslet) intentan salir al exterior para poder salvarse y se les ve recorriendo los pasillos hundidos del barco en una carrera contrarreloj para sobrevivir.
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De hecho, la misma trama se replica en la última de Avatar cuando los personajes de Neytiri y Kiri deben buscar la manera de salir de un navío que se está hundiendo en el mar. Es en ese momento en que el director ha utilizado un fragmento concreto replicado a la perfección y con unas mismas perspectivas de grabación idénticas. En ambos planos pueden verse dos figuras que recorren un pasillo inundado casi en su totalidad, cubiertos de agua hasta el pecho y buscando la manera de mantener el aire y no ahogarse. Los fanáticos de Titanic que fueron al cine para ver la secuela de Avatar entendieron en seguida qué pretendía Cameron con la escena. Y es que, si en esta nueva producción se muestra un naufragio, ¿cómo no inspirarse en el más famoso de todos los tiempos si su adaptación al cine está dirigida por el mismo director?
No obstante, esta escena no es la única similitud que hay entre ambas películas taquilleras. Otra cosa que se ha replicado es la confianza en el compositor de la banda sonora, y es que el cineasta ha vuelto a contar con James Horner para poner música a los personajes azules de Pandora, igual que también hizo en Alien. Y todavía otra coincidencia: Kate Winslet también ha participado activamente en la última película de James Cameron, haciendo el papel de Ronal, la tsahìk (chamán) de la tribu acuática de los Metkayina que acogen a Sully y compañía. Ahora falta por ver si Avatar: el sentido del agua, con 4 nominaciones a los Oscars, conseguirá alzarse como la mejor película del año, o si sumará alguno de los otros premios a los que aspira —y a los que tiene más opciones de alzarse como ganadora—: mejor diseño de producción, mejor sonido y mejores efectos visuales.