Roba Estesa se despide de los escenarios después de más de una década. El grupo ha ofrecido este jueves el primero de sus dos conciertos de despedida en la sala Paral·lel 62 de Barcelona, bajo el título "L'última estesa". El evento ha servido para celebrar los recuerdos y las canciones de la banda, así como para hacer un homenaje a todo lo que ha sido Roba Estesa y todo lo que ha compartido con el público durante todos estos años. En declaraciones a la ACN, las integrantes de la formación han explicado que están "muy orgullosas" del viaje sonoro que ha hecho su música después de tantos años. "Ha acompañado nuestros cambios vitales, y también la manera de aproximarnos a los temas de los que hemos hablado todo este tiempo", insiste Anna Sardà. Este viernes está previsto el segundo recital, para el cual las entradas ya están agotadas.
La sala Paral·lel 62 se ha convertido en el punto de encuentro entre Roba Estesa y sus seguidores y seguidoras, que han asistido a las últimas citas con la banda. El primero de los dos conciertos de despedida ha comenzado a las ocho y media de la tarde con una sala abarrotada de público muy diverso, tan diverso como lo ha sido el repertorio. La banda ha aprovechado para hacer un recorrido por su trayectoria musical, combinando temas más antiguos con otros más actuales. En este sentido, se han podido escuchar canciones como "Memòria", "Orgull", "Nit", "Pena" o "Nenxs", pero también "Muntanya", "Criades", "Ronda", "Desakatant" y "Cuqui". Entre las colaboraciones de la noche, Okdw, Laia Glück —tocando la gralla—, Alosa y algunas de las integrantes de las Balkan Paradise Orchestra. Todo ello para despedirse al lado de personas que han ido conociendo a lo largo de los años y con quienes han tenido un vínculo "personal y musical", tal como había asegurado previamente Laia Casanellas.
Grupo referente del panorama catalán
Conocidas por ser un grupo referente de la música festiva y combativa, sus componentes han apostado por sacar adelante canciones cargadas de denuncia y transformación social, consolidándose como un grupo referente del panorama catalán, formado íntegramente por mujeres con un importante reconocimiento mediático en la industria, y por parte del público. También fueron precursoras en articular un discurso feminista queer combativo, en un momento en que esta lucha no estaba tan establecida ni nadie era tan consciente de ella. En este sentido, con cuatro álbumes de estudio y un EP, Roba Estesa han construido un legado que va más allá de la escena musical, creando un espacio de empoderamiento colectivo y una plataforma para dar voz a la lucha feminista y por los derechos del colectivo LGTBIQ+
En cuanto al estilo musical, si bien empezaron abrazando sonoridades más cercanas al folk, han acabado convirtiéndose en un grupo con influencias más urbanas, inspirando algunas de las formaciones actuales. Sardà ha opinado que durante todo este tiempo "han cambiado muchas cosas", empezando por ellas mismas que han pasado de ser "pequeñas" a convertirse en mujeres alrededor de la treintena. "Entendemos el mundo diferente, y la sonoridad tampoco es igual. Desgraciadamente, lo que no ha cambiado es la industria musical, que quizás es lo que más deseábamos", ha reconocido.

En la misma línea se ha expresado Gemma Polo, la cantante del grupo, que ha recordado que siempre ha habido grupos de mujeres, pero que quizás han tenido "menos presencia en los medios". "Creo que es esta la proyección y el altavoz que esperábamos conseguir, abrir las puertas a más bandas de chicas y gente disidente para tener más acceso, y quizás el desliz lo hemos encontrado aquí", ha admitido. Por eso ha pedido "más altavoz y visibilidad". "Falta que se programen más proyectos de este tipo y que se desprogramen bandas de señores, que quizás con menos ya tendríamos suficiente", ha añadido. En cuanto a Casanellas, ha querido dar un consejo a todas aquellas bandas femeninas que se encuentran en activo. "Que se rodeen de gente que aman y en la que creen en el proyecto como ellas, son muchas horas, y puede desgastar en esta industria musical infravalorada en el ámbito económico y laboral", ha dicho, "pero es una lucha que se puede tirar adelante si se tienen ganas".
Finalmente, en cuanto a un posible reencuentro, la banda deja claro que es un "punto final, muy final". "Necesitamos descansar, porque todo el mundo tiene otras vidas y cosas que hacer", ha asegurado Sardà, "detrás de esta parada no hay ningún disco nuevo ni ninguna vuelta muy pronto, pero ojalá en veinte años recuperemos estas canciones que esperamos que todavía estén vivas". Así, Roba Estesa da por cerrada su trayectoria después de más de una década en activo, con cientos de actuaciones y cinco trabajos publicados: Descalces (2016), Desglaç (2028), Dolors (2020), Rosa permanent (2021) y De lo bo lo millor (2025).