Rebeca Quintáns es periodista. En 2016 publicó Juan Carlos I. La biografía sin silencios (editorial Akal), un libro que ponía de manifiesto los aspectos más turbios del reinado de este monarca y que ha sido considerado uno de los textos más críticos y más documentados sobre la monarquía española. Quintáns es una gran experta en la monarquía española, ya que lleva más de 20 años dedicada a investigarla (incluso le dedicó su tesis). Su primer libro, Un Rey golpe a golpe, publicado en la editorial vasca Ardi Beltza en 2000 lo publicó con el seudónimo Patricia Sverlo, por miedo a represalias. Quintáns afirma que continúa recopilando informaciones sobre la monarquía y no descarta publicar en el futuro más libros sobre el tema. Con motivo del 80 aniversario del monarca es entrevistada por El Nacional.

Rei Joan Carles regata  GTRES

Foto: GTRES.

Juan Carlos es un personaje realmente nefasto para la historia del Estado español, pero también es nefasto como persona

Hoy Juan Carlos cumple 80 años, y lleva ya tres años fuera del cargo. ¿Cuál es su valoración del personaje?
En mi libro queda bien claro que mi valoración es negativa. Me cuesta muchísimo encontrar nada positivo en él. Juan Carlos es un personaje realmente nefasto para la historia del Estado español, pero también es nefasto como persona. Lo único que se podría salvar en lo personal es su campechanía; seguro que es simpático en la intimidad... Pero políticamente su papel fue el puntal de este sistema construido en la transición. Hizo mucho por marcar los límites de la democracia que tenemos. Y como persona, también deja mucho que desear…

¿Cómo consiguió hacer esta biografía? La Casa Real parece la institución menos transparente de un Estado por lo general poco transparente...
La verdad es que cuando estaba preparando mi tesis, que no era especialmente crítica, ya intenté ponerme en contacto con la Casa Real, y ya allí me encontré con que no iban a colaborar en nada de nada. Para el libro ya ni lo intenté. Hacer esta obra fue difícil, ya que sigue siendo un tema protegido. Pero hay muchos datos sobre la familia real. La información está allí, disponible, aunque muy desperdigada. Sólo hace falta recopilarla, juntarla… En los medios extranjeros aparecen muchas cosas que aquí no se divulgan. Algunas veces aquí sólo se recogen los titulares de la prensa extranjera, y a veces ni eso… Pero yo voy recopilando toda esta información, y además tengo amigos que me van pasando cosas...

La editorial que publicó su primer libro tuvo problemas…
La editorial la cerró el juez Garzón a los pocos meses de la salida del libro y metieron en la prisión, durante cinco meses, a su editor, Pepe Rei. Pero más tarde cerraron el expediente sin ni siquiera llegar a formular ninguna acusación. No lo dijeron, pero nosotros sabíamos que la persecución era por el libro.

¿Es exagerado decir que la monarquía española es una creación del franquismo?
No. Es absolutamente cierto. Lo que sucedió en los años setenta no fue una restauración de la monarquía, porque a quien le correspondía ocupar el papel de rey era a Don Juan, pero Franco designó a Juan Carlos, quien había estado educando en el Pardo, lejos de su familia. Juan Carlos era el “sucesor a título de rey” de Franco. Las líneas maestras del papel que iba a jugar la monarquía ya estaban establecidas en el franquismo y se mantuvieron con la transición, cuando se pusieron las bases legales del régimen del 78.

Juan Carlos fue el inductor del 23-F

¿Qué papel jugó realmente Juan Carlos I en el 23-F?
Estuvo en el centro del golpe. Hoy en día solo lo puede dudar quien esté mal informado; no es una teoría de la conspiración. Se saben muchas cosas. Aunque la transcripción del juicio oral sigue siendo secreto de Estado, algunos de los periodistas que estuvieron presentes explicaron muchas cosas. La información sobre el 23-F existe y en la bibliografía queda perfectamente claro que Juan Carlos fue alguien fundamental en la organización del 23-F. Esto es indudable hoy, aunque en los grandes medios de comunicación se sigue poniendo en duda. Juan Carlos fue el inductor del 23-F; su participación fue necesaria y no marginal.

Desde que empezó a estudiar la monarquía española, ¿ha ido perdiendo prestigio popular?
Sí. Antes del año 2000 todavía la gran mayoría de los españoles pensaba que Juan Carlos era una figura muy prestigiosa y la monarquía era una institución muy bien valorada. Pero en los últimos años ha perdido muchísimo prestigio. Ya no engañan a tanta gente como engañaban. Juan Carlos tiene un perfil muy bajo en la prensa, tras todos los escándalos. Ahora la monarquía trata de recuperar un poco de prestigio con Felipe.

Felipe está abanderando el proceso de vuelta al franquismo

¿Qué papel tiene la monarquía actualmente en el Estado español?
Es difícil de explicar. Yo creo que la monarquía está en crisis desde la abdicación. Está intentando reapuntalarse con Felipe VI. Y para ello tiene que hacer cosas para ganarse la confianza de las elites. Felipe está intentando ganarse el apoyo de la derecha a toda costa. Está intentando hacer puntos para reconciliarse con la derecha, porque ya sabe que el apoyo de la izquierda está perdido. No le cuesta mucho trabajo flirtear con la derecha, porque es un rey muy conservador, como ha demostrado en el tema catalán. Por otra parte, estaba muy presionado: si hubiera dicho una cosa diferente en su discurso del 3 de octubre, tras el referéndum del 1 de octubre, la derecha lo hubiera abandonado y le hubiera dejado sin trabajo. Felipe está abanderando el proceso de vuelta al franquismo.

¿Con la abdicación se han terminado los escándalos?
Al final del reinado de Juan Carlos se abrió la veda a la prensa una temporada y poco más. Se volvió a cerrar en seguida. Los medios pronto dejaron de criticar a los reyes. Pero seguirán saliendo cosas sobre la monarquía. En la prensa extranjera están publicando mucho sobre la monarquía española. Aunque estos artículos en España llegan poco, acabarán llegando. Por ejemplo, están saliendo ahora cosas sobre la fortuna personal de Felipe y Letizia. Esto no se podrá mantener oculto mucho tiempo. Ya han salido reportajes, por ejemplo, en Express, donde se desveló que en 2014 Letizia Ortiz ya tenía 8 millones de euros. Y este dinero no lo pudo ganar haciendo de reina.

Se ha hablado mucho de los líos de faldas de Juan Carlos, pero poco de los escándalos de dinero. ¿Este es todavía un tema tabú?
La prensa es muy reticente a sacar nada de ese ámbito. Pero ya se empieza a saber algo; hay muchos hilos de los que tirar. En principio se quiso vender la idea de que Juan Carlos era malo, pero que Felipe era alguien muy diferente, muy preparado, no corrupto… Pero esto será muy difícil de mantener a medida que vayan saliendo nuevas informaciones.

Juan Carlos es muy interesado y no pierde oportunidad de enriquecerse

¿Cómo se enriqueció la familia real?
El modelo de Juan Carlos era “pillar cacho” de todos los negocios que podían pasar cerca de él. Es el modelo que nos muestra Berlanga en la película Patrimonio Nacional, un modelo inspirado por el franquismo. Juan Carlos aprovechó el hecho de ser embajador de empresarios españoles en el extranjero. Pillaba porcentaje de todo, como en el caso del AVE de Medina-La Meca. Sabemos de muchos negocios en que mediaba, pero no en favor del Estado español, sino en favor de algún empresario español, y cobrando comisión siempre. Es muy interesado y no pierde oportunidad. Hay otra faceta escandalosa de sus negocios: la venta de obras de arte, que también afecta a la reina Sofía…

¿Y esto no se perseguirá nunca?
En primer lugar, es muy difícil de demostrarse. Para aclarar estos hechos, deberían investigarse de forma oficial, pero esto por ahora es imposible. Ya se vio en el caso de la infanta Cristina, en que las propias instituciones oficiales mentían para proteger a la Monarquía. Tendría que haber un gobierno no corrupto para que se pudiera investigar la familia real. Además, están muy protegidos por las leyes. Son inviolables: no se les puede investigar.

¿La situación no está cambiando?
En absoluto. La inviolabilidad de la familia real se ha reforzado. Antes era exclusiva de Juan Carlos, y por eso se pudo investigar a la infanta. Pero ahora Felipe es inviolable y ha extendido la protección a Letizia Ortiz y a la princesa de Asturias, con un aforamiento que hace que sea muy difícil investigarlas.

¿Cree que es posible una monarquía democrática?
Creo que monarquía y democracia son dos ideas que se contraponen. No pueden estar juntas. La monarquía se basa en la desigualdad, en una desigualdad por cuna. En la española, además, se establece una diferencia sexista. Yo creo que es incompatible. Hay monarquías en Europa que conviven con estados democráticos, pero esto se mantiene porque los monarcas no apoyaron el nazismo en la Segunda Guerra Mundial y tienen muy claros sus límites. El caso español es muy distinto, porque la monarquía española surge del franquismo.

No creo que los Borbones cedan su poder voluntariamente para que el pueblo ejerza la soberanía sin su control

¿El Estado español podría evolucionar hacia una monarquía diferente?
Para que el Estado español fuera una monarquía compatible con la democracia tendrían que cambiar muchas cosas. Los reyes deberían estar dispuestos a dejar el poder que tienen. No creo que los Borbones cedan su poder voluntariamente para que el pueblo ejerza la soberanía sin su control. Para ellos, la soberanía no está en el pueblo, y esto se ve en su defensa de la unidad de España.

El papel político de Felipe VI va a ser nefasto

Aun aceptando todas las críticas a Juan Carlos, muchos catalanes creen que Felipe es peor que él, como mínimo en su relación con Catalunya…
Yo soy de la misma teoría. Creo que es mucho más conservador. Y por sus circunstancias, se va a mojar todavía más en posicionamientos políticos que no le corresponden. El problema de Catalunya, por ejemplo, puede provocar una crisis muy dura para la monarquía en los próximos tiempos. El papel político de Felipe VI va a ser nefasto. Este papel puede hacer que se granjee más animadversión por parte de algunos partidos que en principio no se mostraban antimonárquicos, como ya se detecta en Podemos, que empezó sin enfrentarse a Felipe, pero que ya se han posicionado frente a él. Para él, es un riesgo que no intente llevarse bien con más partidos que con la derecha pura y dura.