Yo es que estaba muy a gusto bailando techno en el escenario Pull & Bear. Pero claro, no había visto nunca a Blur, grupo insignia del britpop que, ocho años después de su anterior referencia, este 21 de julio tiene previsto publicar un nuevo disco, The Ballad of Darren (hoy han tocado dos de sus temas: St. Charles Square y The Narcissist). A Oasis sí que los había visto. De hecho, los he visto todas las veces que han venido a Barcelona. También a los hermanos Gallagher en solitario. Y a Gorillaz, el otro grupo del cantante Damon Albarn, también los he visto, el año pasado dos veces, en el mismo Primavera Sound. Pero a Blur, nunca. Y tenía esta sensación de que si no los veía ahora, que se han vuelto a reunir, ya no los podría ver nunca más. Pero yo estaba muy a gusto bailando techno en el escenario Pull & Bear. Y aunque Blur me gustan mucho, muchísimo, y no los había visto nunca, quizás lo mejor habría sido quedarme bailando techno.

Ellos legañosos y nosotros agotados

Es que era muy tarde. Las 2 de la madrugada. Y la cosa para todo el mundo ya iba de capa caída. Y Blur, cuarteto: Damon Albarn (voz), Graham Coxon (guitarra), Alex James (bajista) y Dave Rowntree (batería) esencial en ese estallido pop británico surgido a mitad de la década de los noventa, han salido como amuermados, apáticos y cansados al escenario. Me los imagino a las 12 de la noche, en su habitación. Tirados en la cama. En pijama. Hablándose por su grupo de Whatsapp. "¿Qué hacéis, gente? ¿Es la hora ya de ir hacia el Fòrum"?. Me esperaba mucho. Y esperar mucho siempre es malo. Porque después pasan cosas como las de esta noche en el Primavera Sound, que Blur tenían que ofrecer el gran concierto de la velada y ha quedado como una cosa medio deslucida. O deslucida del todo. Y no será por canciones.

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Blur, demasiado tarde para los iconos del pop británico / Foto: Montse Giralt

Blur tenían que ofrecer el gran concierto de la velada y ha quedado como una cosa medio deslucida

OK. Cierto, la cosa ha ido de menos a más. Ellos legañosos y el público agotado después de una jornada con conciertos notables como los de Alex G., Turnstile, Pusha T, New Order o Loyle Carner. There's no other way ha sonado apagada. Tracy Jacks desinflada. Beetlebum apática. Coffee & TV anémica. Y entonces ha llegado Country House y la cosa se ha animado un poco. Pero ya era demasiado tarde para recuperar las constantes vitales aunque en la recámara quedaran temas como Girls & Boys, Song 2 o Tender. El final apoteósico con The Universal ha sido solo una ilúsión. Por suerte, todavía había acción en el escenario Pull & Bear. Y es que yo quería ver a Blur, pero he acabado bailando techno.