Son días de aislamiento y, en algunos casos, también de introspección, estado que puede ser propicio para aquellos creadores que tienden a mirar hacia adentro, más partidarios de encontrar en sus yo y los alrededores inmediatos aquellas cosas que pueden compartir con los otros. Como los poetas. Los escritores tienen que escribir y los lectores tienen que leer, con la misma proximidad, si puede ser, que la del campesino y el consumidor. Y para que eso pase, ahora y aquí, La Llança, suplemento cultural de El Nacional, ha propuesto a una treintena de poetas de una calidad indiscutible y con una trayectoria detrás que nos hagan llegar un poema recién recogido. Así pues durante un mes publicaremos cada día un poema, cada uno de un poeta diferente, sin más requisitos ni condiciones que estos que hemos mencionado. Porque vivimos como vivimos y también porque se lo hemos pedido sin margen de tiempo, tendremos durante treinta días "Poetas bajo presión".

Hoy contamos con un poema del escritor mallorquín Antoni Vidal Ferrando (Santanyí, 1945).

 

PAISATGE AMB PLUGES I ÒLIBES

                           

S’ha fet fosc en la vastitud dels sementers i jo record la jactància

de les òlibes. 

Planaven damunt viles i urbs desprotegides dels àcids i

de l’alcohol expeditiu de l’hivern, que s’ocultava rere la seva

màscara.

L’hivern exercia aquell domini a força d’agressivitat i

d’imprecacions i els jardins, els dòlmens s’estremien.

Ningú pecava d’indiferència ni pecava de lleugeresa o d’excessos

cosmètics.

Tots havien vist abecedaris, fèretres reflectits dins les aigües

abúliques. Nits i dies d’anar peregrinant davall pluges de pols i de

crisantems.

Al principi hi va haver dones compassives que gosaren contar-ho,

però la mar amb ganivets desfigurava els seus rostres.