El escritor Iñaki Rubio ha reconstruido en una novela la estancia transformadora de Pablo Picasso en Gósol (Berguedà) en 1906, un pueblo aislado e inhóspito en aquella época. Fueron solo unos meses, pero le permitieron encontrar la inspiración que le faltaba en medio del ambiente de montaña y de una localidad llena de mujeres -los hombres estaban lejos de casa o de paso haciendo trabajos itinerantes como pastores y arrieros-. Aquel ambiente rural era completamente diferente de los ambientes urbanos de París y Barcelona que el artista frecuentaba y un verdadero punto de inflexión en un momento de bloqueo artístico por los que decidió alejarse de la ciudad francesa. Rubio lo recoge a Pau de Gósol. Picasso al Pirineu con el sello de Comanegra.

El escritor era consciente de que se ha escrito e investigado mucho sobre este artista universal. La estancia de Picasso en Gósol en su juventud, sin embargo, era hasta ahora un periodo muy desconocido. Con 24 años, Picasso trabajaba y malvivía con su primera pareja estable, Fernande Olivier. A pesar de algunos éxitos, todavía no era conocido más allá de los círculos especializados de París y Barcelona. En 1906, un bloqueo frenó en seco su producción con el encargo del retrato de una amiga ilustre y mecenas, Gertrude Stein. Fue en aquel momento cuando decidió abandonar París en busca de nuevas inspiraciones. A propuesta de un amigo médico, el lugar escogido fue una pequeña localidad del Berguedà, Gósol, un pueblo remoto y aislado en aquella época y rodeado de montañas.

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Cubierta de la nueva novela de Iñaki Rubio, Pau de Gósol

Un Picasso muy joven, que se busca a sí mismo, que intenta construir una identidad y huye de París para trabajar con máxima libertad y aislado del mundo

La curiosidad de Iñaki Rubio parte del dibujo titulado Pageses de Andorra, ya que él también es andorrano. Pero lo que realmente lo "fascinó" y animar a escribir la novela fue "la imagen de un Picasso muy joven, que se busca a sí mismo, que intenta construir una identidad y huye de París para trabajar con máxima libertad y aislado del mundo", explica el escritor durante una visita por los rincones más importantes de Gósol que aparecen a la novela. "Me atrae mucho que estuviera en su primera gran crisis creativa -el retrato de Gertrude Stein ya lo tenía hecho, pero le faltaba el rostro y eso lo frustraba- y cuando retorna acaba el cuadro en una tarde y sin volver a ver la modelo", remarca.

Más de 300 obras en dos meses

Según recoge el escritor Iñaki Rubio, fue con su pareja con la idea de tener su primer hijo y fue una experiencia "feliz y muy prolífica": más de 300 piezas artísticas, entre esbozos, dibujos y oleos, entre otros, en dos meses. "Aquí empieza a experimentar sin miedo que nadie chismorree ni entre en el estudio, empieza a romper con perspectiva, la figuración de los retratos," detalla el autor, y desarrolla un elemento esencial en su obra: la máscara. Para  Rubio, la talla románica de la virgen de Gósol, mezclado con el mundo rural y el pensamiento mágico del Pirineo, que también se fusiona con la religiosidad, hacen que Picasso lo asimile y llegue a la idea de la máscara, "la de representar a alguien, no fielmente de forma natural, sino con la máscara que lo representa con él".

La talla románica de la virgen de Gósol, mezclado con el mundo rural y el pensamiento mágico del Pirineo, que también se fusiona con la religiosidad, hacen que Picasso lo asimile y llegue a la idea de la máscara

Otro elemento destacado de su estancia en Gósol fue el descubrimiento de otro tipo de mujeres a las que Picasso no estaba acostumbrado y que lo fascinan. "Aquí encuentra mujeres empoderadas, que llevan la casa, los huertos, los animales domésticos, que son los que mandan porque los hombres, la mayoría están haciendo trabajos itinerantes", afirma Rubio. De entre ellas, destaca una figura misteriosa, el Hermínia, y que el pintor retratará muchas veces y a quien la novela también intenta seguir la pista.

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En 1906, Picasso fue 'Pau de Gósol'

El artista vivió con tanta intensidad aquel viaje que pasó a firmar su correspondencia como 'Pau de Gósol'

El artista vivió con tanta intensidad aquel viaje que pasó a firmar su correspondencia como 'Pau de Gósol' durante su estancia en el pueblo. Para escribir la novela, Rubio se ha basado en documentos históricos, como las cartas que escribió y el dietario y también ha conversado con habitantes del pueblo así como con algunos especialistas de aquel periodo artístico. Además, ha sido de los pocos que ha podido entrar en la casa donde estuvo el artista, la fonda de Cal Tampanada, cerrada durante décadas. Una casa particular que no se puede visitar. "Explico hechos reales y comprobados y estudiados por especialistas, pero con las herramientas del novelista que es lo que yo soy", afirma, "explicadas desde la emoción y la literatura".

La semilla del cuadro más importante del siglo XX

Uno de los hechos más relevantes es que Gósol también fue la fuente de inspiración para el cuadro más importando del siglo XX, Les demoiselles d'Avignon, porque abre el camino a una nueva etapa en la historia del arte, el arte moderno. Para el escritor, se dice que aquel cuadro lo pintó en París, pero, desde su punto de vista, en realidad fue concebido en Gósol. "Su estancia es fundamental porque es donde encuentra los elementos que después desarrollará en París y con eso romperá la tradición renacentista de 400 años e inventará una nueva".

Uno de los hechos más relevantes es que Gósol también fue la fuente de inspiración para el cuadro más importante del siglo XX, Les demoiselles d'Avignon

"Es curioso que sea tan poco conocido y este es uno de los motores para quererlo explicar", admite Rubio. Entre los motivos que lo explicarían destaca que el Picasso de aquella época era un desconocido y hay muy poca documentación escrita. Asimismo, durante muchos años el mundo académico incluyó la etapa artística de Gósol -con sus ocres particulares- a la etapa rosa, aunque poco tienen que ver, desde su punto de vista.

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Lae demoiselles d'Avignon, una nueva etapa en la historia del arte iniciada en Gósol

Iñaki Rubio (Barcelona, 1974) es profesor de literatura y escritor andorrano que ha destacado en el género de la narrativa y los cuentos. Colabora habitualmente con diferentes diarios. Ha publicado una decena de libros, entre los cuales hay  Bestiari Pirinenc (Pagès, 2021) y Morts, qui us ha mort? (Comanegra, 2021), siendo este último un éxito de ventas.