Solo fueron tres canciones, pero Pereza se han vuelto a reunir 13 años después de decidir separar sus carreras

Leiva y Rubén Pozo se despidieron en 2011 después de una década en la que regalaron canciones que se convirtieron en himnos para una generación.

Ayer, en el Wizink Center de Madrid, y por unos minutos, ambos se han reunido de nuevo en el escenario, desatando así la euforia del público asistente. "Llega un momento de la noche, voy a invitar a un compa con el que compartí los años más divertidos de mi vida. Compartiendo nuestro sueño, y en nuestro momento más importante de nuestra carrera decidimos anteponer nuestra amistad a la música, y hoy puedo decir orgulloso que es mi hermano", ha sentenciado Leiva antes de fundirse en un abrazo con Pozo en el escenario.

Voy a invitar a un compa con el que compartí los años más divertidos de mi vida. Compartiendo nuestro sueño, y en nuestro momento más importante de nuestra carrera decidimos anteponer nuestra amistad a la música, y hoy puedo decir orgulloso que es mi hermano

Buscando sonrisas

Este reencuentro se debe a la propuesta que le hizo Leiva a su compañero y amigo para que le acompañara en los tres últimos conciertos de fin de gira de Cuando te muerdes el labio en el Wizink Center de Madrid como telonero. “Para mí fue todo un honor esta propuesta”. "Es una semana de muchos nervios, es un regalo lo que ha hecho con mi banda y conmigo, pero hay un regalo especial que es lo que vamos a tocar ahora, y tengo un poco de miedo, porque seguro que la gente no lo va a conocer", ha bromeado.

Es una semana de muchos nervios, es un regalo lo que ha hecho con mi banda y conmigo, pero hay un regalo especial que es lo que vamos a tocar ahora, y tengo un poco de miedo, porque seguro que la gente no lo va a conocer

De esta manera, en una noche de Madrid el público empezó a Pensar en aquella tarde, pero sin dejar de buscar la Estrella Polar, para al final corear a pleno pulmón: “Un día quiero dejar el mundo entero por ti/La misma noche me aburro why no eres para mí/Como quisiera tenerlo tan claro como lo tienes tú”. Y aunque sus seguidores “seguían buscando una sonrisa de repente en un bar, una calada de algo que les pudiera colocar” con Princesas, realmente enloqueció por completo cuando llegó ella, “la más bonita que ninguna y la que ponía a toda la peña de pie”, Lady Madrid, ese himno para su ciudad, y con el que juntos cerraban el concierto y cumplían así el sueño de muchos nostálgicos.

Un Leiva monstruoso

A través de una cuenta atrás en la pantalla, que luego se tornaría rojiza como si la de un amanecer se tratase, la banda iba haciendo acto de presencia en el escenario al escenario al ritmo de rock and roll, y donde José Miguel Conejo (Madrid, 1980), alias Leiva daba por comenzado su concierto con Sincericidio, canción de su anterior álbum Monstruos (2016) ante un estruendo de gritos y aplausos. Con su mítico sombrero de tejano y su camisa remetida entre los pitillos, el madrileño no dejó que cayera la euforia de un público totalmente entregado, por lo que continuó el show con Guerra Mundial, y Lluvia en los zapatos. A las 21:50 horas era buena forma para que el público se convirtiera en Lobos gracias a la ferocidad propia del que es uno de los artistas que más discos y entradas vende fuera y dentro de España.

Con Infinitos y Breaking Bad canción de su más reciente álbum Cuando te muerdes el labio, grabado en Ciudad de México y que incluye 14 nuevos temas en compañía de otras compañeras hispano-latinas para las que el músico ha compuesto expresamente cada una de las canciones, el artista cerraba el primer bloque de canciones. "A veces los nervios están por encima de la ilusión, pero hoy es al revés. Me gustaría saludar a un amigo/hermano con el que estoy compartiendo show que es Joaquín Sabina. Me gusta deciros que sé el esfuerzo que lleva pagar una entrada, así que muchas gracias. Nuestro trabajo es haceros felices, así que lo haremos posible. Gracias por hacerlo posible”, agradecía el cantante. Y es que qué mejor regalo que cantarles posteriormente Premio de consolación.

Nuestro trabajo es haceros felices, así que lo haremos posible. Gracias por hacerlo posible


En Terriblemente cruel le cedió el protagonismo a Madrid, su casa, que la cantó con un Leiva emocionado al ver a más de 15.000 personas de pie cantando sus letras a pleno pulmón; para luego verlas bailar a ritmo de soul y funky con La Flecha. "Muchísimas gracias, qué voz tan bonita tenéis", dijo. Histéricos, Leiva junto a la cantante mexicana Esmeralda Escalante, quien le ha acompañado dos años de gira, despertaron al gran Godzilla, aunque consiguieron domarlo con la balada Vis a vis, canción en la que el Wizink Center enmudeció para escuchar tan solo la guitarra y voz del cantante. Como si fueran a morir mañana, un público enloquecido pedía a Leiva una canción más, como si no les hubiera bastado las casi dos horas de concierto. Pero los que se hayan quedado con ganas podrán disfrutar de más rock and roll el próximo 25 y 26 de diciembre.