La editorial Raig Verd publica Somnis en temps de guerra. Records d'infantesa, del keniata Ngũgĩ wa Thiong'o, uno de los autores más destacados de las letras africanas. Se trata del primer volumen de sus memorias, que hablan de su infancia en tiempo del Mau-Mau, el movimiento anticolonial que sacudió Kenia en los años 1950 y que fue presentado internacionalmente como una muestra del salvajismo de los africanos. En cambio, los estudios más recientes han puesto al descubierto que los pocos actos violentos de los Mau-Mau, en qué murieron 32 europeos, fueron respondidos por una violencia colonial brutal, en la que fueron ejecutados más de 1.000 africanos, más de 20.000 murieron en combates o en detención, y muchos más fueron torturados, apaleados o incluso castrados. Más de 300.000 kikuyus fueron encerrados en campos de concentración. Somnis en temps de guerra nos presenta este conflicto visto con los ojos de un niño que acaba inmerso en el conflicto.

Muy creíbles

Muchos autores africanos se han hecho famosos por sus memorias. De hecho, de algunos escritores africanos, su obra más conocida son sus autobiografías o autobiografías noveladas, como es el caso de El niño africano, de Camara Laye, o Amkullel el niño fulbé de Ahmadou Hampâté Bâ. Pero si bien la mayoría de novelas autobiográficas de los autores africanos de la negritude tienden a una mitificación de la sociedad tradicional africana y de la vida en sus poblados natales, Ngũgĩ wa Thiong'o presenta una realidad muy creíble, muy poco idealizada. Su familia dista mucho de ser una unidad idílica: de hecho, su padre abandona a sus hijos y los problemas familiares son constantes. Por otra parte, en la sociedad que retrata Ngũgĩ no hay una cultura "tradicional" aislada de la moderna; cerca del fuego se explican leyendas, pero con más frecuencia se narran hechos bélicos de los guerrilleros mau-mau en que a estos se los dota de poderes mágicos, como los que tenían los héroes de la mitología tradicional. Y, para los kikuyus vecinos del autor, ir a la escuela no es ningún trauma, sino una preocupación: eso sí, reivindican activamente una escuela que dignifique a sus sociedades y que use la lengua propia.

Ngũgĩ wa Thiong'o. Fotografía: Daniel Anderson.

De un tiempo, de un país

La obra es la historia de la vida de un niño, pero también supone una radiografía aguda de la sociedad kikuyu de los años cincuenta: el movimiento anticolonial, las luchas religiosas, las polémicas lingüísticas, las contradictorias relaciones con la educación, la presencia de colonos blancos... Hay que tener en cuenta que el mundo en que nació Ngũgĩ wa Thiong'o era muy especial dentro del contexto africano: el país kikuyu fue una de las zonas del continente africano donde hubo mayor presencia de colonos, ya que el gobierno británico repartió tierras "indígenas" entre los blancos. Y la realidad que explica el escritor keniata es muy diferente a la versión romántica que muchos conocemos a través de Isak Dinesen y sus Memorias de África. La presencia de los colonos en Kenia supuso una mayor presión colonial que se tradujo en la proletarización forzosa de los campesinos kikuyu expulsados de sus tierras. Lo que para unos era la fascinante aventura africana, para los otros era una tragedia.

La guerra omnipresente

La niñez de Ngũgĩ estuvo marcada por la guerra. Pero pese a las duras circunstancias derivadas del conflicto, él, espoleado por su madre, se dedicó en cuerpo y alma a sus estudios, hasta conseguir entrar en una selecta escuela secundaria. Él asegura que tenía un trato con su madre: rendir al máximo a la escuela para salir adelante; lo define como "nuestro pacto de tener sueños en tiempo de guerra". El último capítulo del libro, en el que la guerra se interpone de forma brutal entre el autor y sus sueños, es de una gran contundencia, pero también una demostración palpable de como el autor, y la sociedad keniata, se resisten a abandonar aquello que querían conseguir. Incluso en tiempos de guerra.

Ngũgĩ wa Thiong'o, un autor muy especial

El autor de Somnis en temps de guerra nació en 1938 cerca de Nairobi. Cuando era muy joven ya se convirtió en un activista político muy comprometido (tiene fuertes influencias de Gandhi, pero también del marxismo y de Franz Fanon). Pasó un año en prisión por haber escrito una obra de teatro reivindicativa que tuvo mucho éxito, y tuvo que exilarse de 1982 en el 2002. Cuando volvió a Kenia fue agredido por unos desconocidos que le quemaron la cara y violaron a su mujer. Ahora, Ngũgĩ wa Thiong'o es profesor de Inglés y Literaturas Comparadas en la Universidad de Irvine (California), pero viaja por todo el mundo haciendo conferencias y seminarios. Ha sido traducido a una treintena de lenguas y su pensamiento es muy influyente entre los especialistas en teorías postcoloniales.

La polémica lingüística

Ngũgĩ wa Thiong'o es considerado como uno de los máximos exponentes de los africanos que escriben en lenguas africanas (hace unos días corrían rumores que este año podía ganar el Nobel). Es muy conocido porque ha defendido siempre que los escritores tienen que dirigirse a las poblaciones africanas en su propia lengua, para conectar con ellas; en consecuencia, él escribe en kikuyu y después se autotraduce al inglés. Ha renunciado al nombre "James Ngugi", que le dieron en la preadolescencia, y ha recuperado su nombre tradicional kikuyu. En varias ocasiones se ha opuesto a autores, como el premio Nobel nigeriano Wole Soyinka, que consideran que es normal que los autores africanos escriban en las lenguas coloniales, porque el inglés, el francés, el portugués y el castellano ya se han convertido en lenguas africanas. Somnis en temps de guerra nos ayuda a entender la posición del autor: estudió a una escuela donde se enseñaba prioritariamente en lengua kikuyu. Su primera lengua de aprendizaje, pues, fue esta, aunque el inglés era la lengua de prestigio en aquel momento en Kenia. En las colonias francesas, por ejemplo, bien pocos africanos aprendieron a escribir su lengua, y por eso a los escritores les costaría mucho llegar a crear en ella. Y si escribieran en su lengua, tendrían muy pocos lectores.

La casa por el tejado

Es curiosa la elección del editor. Es habitual que se publiquen memorias de escritores de los que se conoce bien su narrativa, de tal forma que las autobiografías se convierten casi en un complemento de las novelas para los fans del creador. Pero en el caso de Ngũgĩ wa Thiong'o, en catalán no tenía ninguna obra traducida, y en castellano sólo una de sus grandes novelas, Un grano de trigo, y dos obras consideradas menores: El diablo en la cruz y El brujo y el cuervo. Continúan sin traducirse las clásicas Pétalos de sangre y No llores, niño. El problema de publicar el primer volumen de las memorias de alguien es que es probable que refleje las vivencias de infancia, y que, como en este caso, el autor dé una importancia desmesurada a una caída en bicicleta o a un mordisco de perro en el culo.

Muchas claves

Somnis en temps de guerra da algunas claves para interpretar las novelas de Ngũgĩ y también su personalidad. Evidentemente, este libro es muy clarificador de cara a la lectura de No llores, niño, una novela sobre un niño en tiempo del Mau-Mau, que mezcla ficción y memorias. Pero la lectura de este volumen de sus memorias también ayuda a conocer mejor la personalidad del autor keniata. Por ejemplo, un episodio ayuda a entender su afición por la ropa tradicional. En una ocasión, cuando era niño, fue a una feria vestido con su uniforme escolar, acompañado de su hermano pequeño, que iba con ropa tradicional, y cuando se encontró con unos compañeros del colegio, se sintió avergonzado de su hermano; con el tiempo, consideró que su comportamiento había sido intolerable, y decidió recuperar el orgullo por el vestido tradicional. Somnis en temps de guerra también nos muestra la fascinación del pequeño Ngũgĩ por el arte de explicar historias; eso explica su afición a escribir teatro, ya que el autor opina que el teatro es la forma más eficaz de acercarse a la gente de la calle, por su proximidad a la cultura oral.

Excelencia narrativa

Ngũgĩ wa Thiong'o no aprendió a leer con ningún manual escolar. Ni con los hermanos Grimm, ni con Patufet. El autor keniata empezó a leer con el Antiguo Testamento. Su casa no era lugar de encuentro de grandes intelectuales, sino de pastores y trabajadores de la fábrica de calzado Bata. Y, a pesar de todo, es un escritor soberbio, sin duda uno de los mejores del continente africano. Leer a Ngũgĩ wa Thiong'o es pasearse por una Kenia fascinante, que no tiene nada que ver con los safaris fotográficos a la moda, ni con los relatos pedantes de algunos viajeros. Sueños en tiempo de guerra es una ocasión única de adentrarse en la profundidad de los campos, los poblados y las mentes de los africanos. Una ocasión que valdría la pena no perderse.