Ha muerto a los 88 años Immanuel Wallerstein, un sociólogo norteamericano que se hizo famoso, sobre todo, por su teorización del sistema-mundo en la obra El moderno sistema mundial, un conjunto de cuatro volúmenes en que analizaba la evolución del capitalismo y lo relacionaba con la globalización y las desigualdades mundiales. Sus tesis se convirtieron en un referente para economistas y sociólogos de izquierdas y fueron muy criticadas por los científicos sociales liberales y conservadores. Era uno de los pensadores emblemáticos del movimiento antiglobalización.

Wallerstein empezó su carrera profesional como africanista, en tiempo de las independencias africanas. A partir de esta experiencia se interesó mucho por la antropología y empezó a mostrarse crítico hacia las tesis marxistas. Como profesor de la universidad de Columbia, se vio muy influido por la revuelta juvenil de 1968 (aseguraba, por ejemplo, seguir a Franz Fanon). Pero pronto dedujo que no se podía estudiar el continente africano sin relacionarlo con la economía global (en la línea de lo que establecía la teoría de la dependencia) y sus estudios fueron girando cada vez más hacia el estudio de las relaciones políticas y económicas. Denunciaba que el capitalismo había empobrecido buena parte de la población mundial (fue uno de los grandes teorizadores de las relaciones centro-periferia). Colaboró con economistas neomarxistas como Samir Amin.

Wallerstein también había hecho notables reflexiones sobre la cuestión identitaria. Un libro suyo, escrito con Etienne Balibar, Raza, nación, clase: las identidades ambiguas, revolucionó el pensamiento sobre el tema a finales del siglo XX.

Wallerstein pasó por los mejores centros de estudios europeos y norteamericanos. Pero fue mucho más que un académico. Era un activista en favor del cambio social y había participado en el World Social Forum y en muchas otras actividades anticapitalistas.

Hay pocas obras de Wallerstein traducidas al catalán (sólo contamos con L'universalisme europeu: la retòrica del poder Utopística: las opciones históricas del siglo XXI), pero lo mejor de su producción (como Raza, nación, clase o El moderno sistema mundial) está traducido al castellano.