Un año y tres meses es el tiempo que ha tenido que esperar Barcelona para volver a vibrar con uno de los grupos de 'thrash metal' más icónicos del mundo. La banda Metallica ha aterrizado este domingo por la noche en el escenario del Estadi Olímpic decidida a desplegar su energía desbordante por encima de las más de 50.000 personas que han rugido con un espectáculo sobrio, pero muy efectivo.

Metallica, que actuó por última vez en la ciudad en febrero del año pasado, ha vuelto ahora con la misma gira, WorldWired, y la misma excusa, promocionar su último álbum, Hardwired... to Self Destruct (2016). Con todo, el plato fuerte de la noche han sido temas antológicos de la banda como Enter Sandman, One o Nothing Else Matters y una versión de El muerto vivo, de Peret.

Pasaban más de 15 minutos de las nueve de la noche y de la hora del inicio del concierto cuando un fragmento del filme The Good, the Bad and the Ugly (1966), ya tradicional en los espectáculos de Metallica, ha dado paso al cuarteto californiano al ritmo de The Ecstasy of Gold, del italiano Ennio Morricone.

Metallica ACN

Kirk Hammett / ACN

Metallica ACN 3

James Hetfield / ACN

Durante casi dos horas y media de espectáculo, el grupo 'thrash' ha repasado a toque de pirotecnia, humo y láseres los temas de su último trabajo, sin olvidar tampoco éxitos del Black Album (1991), como The Unforgiven i Sad but true, o del célebre disco Master of Puppets (1986), como el tema que le dio nombre y que ha sonado hacia el final del concierto.

También en la recta final de la actuación, Robert Trujillo y Kirk Hammett, bajo y guitarra en mano, han vuelto a sorprender con una versión de El muerto vivo, de Peret, que ya tocaron el año pasado en su visita a Barcelona. "No estaba muerto, estaba de parranda," entonaba Trujillo.