Bristol, 3 de mayo de 1497. Hace casi 525 años. El navegante Joan Cabot (John Cabot en la documentación inglesa) iniciaba el viaje que lo conduciría al Nuevo Continente. Aquel viaje culminaría seis semanas después: el 24 de junio de 1497, la Matheew y sus diecinueve tripulantes (incluyendo a Cabot) desembarcaban en la isla de Terranova. Aquella primera iniciativa culminada con éxito era la primera empresa americana de fábrica inglesa. No obstante, Cabot no era inglés. Su origen (veneciano, napolitano o catalán) todavía es motivo de debate. Sin embargo, lo que es seguro es que había tenido una relación muy estrecha con Barcelona y con València, sobre todo durante la preparación del primer viaje colombino (1484-1492). Y lo que es seguro también es que se va a Inglaterra, y no a otro sitio, porque allí tenía amigos y conocidos de su etapa "catalana".

Fragmento de la carta naval de Miller (1505). Fuente Bibliothèque Nationale de France

Fragmento de la carta naval de Miller (1505) / Fuente: Bibliothèque Nationale de France

Los Viastrosa

La familia de armadores Viastrosa —de Barcelona— fueron unos de los pioneros del comercio entre Inglaterra y Catalunya. Según la investigadora Teresa Ferrer Mallol (del CSIC, de Barcelona), hacia 1440 (durante la conquista catalana de Nápoles), los hermanos Pere y Nicolau Viastrosa ya frecuentaban las costas del Atlántico norte con un ballenero de su propiedad y con las cocas mercantes de varios socios comerciales que conectaban Catalunya con Inglaterra, con Irlanda y, probablemente, con Islandia. Aquella iniciativa pionera sería replicada por otros armadores del Mediterráneo (catalanes, genoveses, venecianos) y representaría un antes y un después en la historia de Inglaterra. Las islas Británicas, históricamente periféricas, ganarían una progresiva centralidad que transformaría Inglaterra en una potencia naval —militar y comercial— de primer orden.

¿Por qué los catalanes fueron a Inglaterra?

A mediados del siglo XV, Inglaterra era uno de los países más pobres de Europa. Agotada por un conflicto secular con Escocia y devastada por infinidad de guerras civiles. Sin embargo, a ojos de los grandes comerciantes del Mediterráneo, sobre todo de los pioneros catalanes, tenía una extraordinaria proyección que le venía dada por su envidiable situación geoestratégica: era una escala imprescindible para conquistar los mercados del norte de Europa y era una plataforma inmejorable para explorar las rutas atlánticas que, en aquel momento, sugerían una vía directa hacia Extremo Oriente. Durante la segunda mitad de la centuria de 1400 (mucho antes del primer viaje colombino), los puertos de Londres, de Plymouth y de Bristol, y las rutas a través del Atlántico norte (hasta Irlanda o Islandia) eran bien conocidas por los armadores catalanes.

Reducción del Atlas Catalán de Crezcas (1375). Fuente Bibliothèque Nationale de France

Reducción del Atlas Catalán de Cresques (1375) / Fuente: Bibliothèque Nationale de France

¿Qué comerciaban los catalanes con Inglaterra?

Los trabajos de los investigadores Teresa Ferrer e Ivan Armenteros (CSIC, Barcelona) y de la profesora Coral Cuadrada (URV) revelan que el flujo comercial entre Catalunya e Inglaterra era totalmente bidireccional. Durante aquella primera etapa (1450-1500), las cocas mercantes catalanas estibaron miles de balas de lana inglesa en dirección a los telares catalanes y miles de barriles de pescado salado destinados al consumo catalán, y desestibaron miles de barriles de aceite de oliva y miles de quintales de frutos secos procedentes de Catalunya destinados al consumo inglés. A todo ello se añadía un comercio de intermediación que, también, era muy destacado: cera norteafricana, vino andaluz y especias orientales que los catalanes situaban en Londres; y cueros andaluces o escoceses que, de retorno, colocaban en Nápoles, en Venecia o en Constantinopla.

Las colonias catalanas en Inglaterra

Las mismas investigaciones han revelado la existencia de activas comunidades de mercaderes catalanes en Inglaterra —sobre todo en Londres— que, desde mediados del siglo XV, actuaban como agentes comerciales de las compañías matrices de Barcelona o de València. Grupos familiares que, con el transcurso del tiempo, se naturalizarían ingleses y alcanzarían un destacado protagonismo en la vida pública inglesa. Es el caso, por ejemplo, de los Colet ingleses, que las fuentes documentales (Archivo de la Corona de Aragón) los relacionan con una estirpe de armadores barceloneses de los primeros tiempos de los Viastrosa. Henry Colet, tercera generación de aquellos emigrantes, dirigiría la Company of Merchants of London, pionera de las grandes compañías mercantiles inglesas del XVI y del XVII, y cuna de la Turkey, de la Venetian, de la Moscovian, de Virginia, de la Plymouth y de la East Indian.

Mapa confesional de Europa (siglo XVII). Fuente Bibliothèque Nationale de France

Mapa confesional de Europa (siglo XVII) / Fuente: Bibliothèque Nationale de France

Inglaterra, ¿la vía catalana hacia América?

La presencia de Cabot en Bristol (y no en Lisboa o en La Rochelle, por poner dos ejemplos) apunta, claramente, a la posibilidad de que Inglaterra habría sido la vía alternativa de muchos mercaderes catalanes para llegar a América eludiendo el control de la hispánica Casa de Contratación de Sevilla (a partir de 1504). Sin embargo, esta teoría es muy controvertida, más cuando sabemos que los catalanes de la época fueron un elemento importante en la colonización hispánica de América (Ballester en La Española, Agramunt en Terranova, Font en El Dorado, Rifós, Forcadell y Ribes en Río de la Plata, u Orpí en el Orinoco). Pero también encontramos una extensa nómina de estirpes catalanas establecidas en Londres, en Devon y en Bristol durante los siglos XV y XVI que tienen un papel muy relevante en el comercio atlántico y mediterráneo promovido desde Inglaterra.

El misterio de Sevilla

Queda saber, todavía, el papel de los mercaderes catalanes establecidos en Sevilla a mediados del siglo XVI, que tuvieron que escapar precipitadamente cuando el inquisidor general Fernando de Valdés desató una brutal cacería contra las comunidades protestantes clandestinas de la ciudad (1547-1553). Algunos de estos exiliados fueron acogidos por parientes, amigos y socios comerciales de origen catalán en Londres y en Devon (de la época de los Viastrosa). Este episodio ha sido poco estudiado, pero si se confirma el eje protestantes de origen catalán de Sevilla-persecución Inquisición hispánica-exilio Inglaterra, se explicaría, también, el misterio de la participación de las estirpes Argall, Cordell, Gorgues o Amadas —de inequívoco origen catalán— en las primeras empresas colonizadoras inglesas en América (Virginia y Nueva Inglaterra, principios del siglo XVII).

 

Imagen principal: Fragmento de un mapa de Europa (1575). 'Las islas Británicas' de Abraham Ortelius / Fuente: Bibliothèque National de France