Desembocadura del Río Grande de Manatí (en aquel momento colonia española de Puerto Rico); 1 de julio de 1881. Hace 141 años. El naviero Bonós Llensa i Feliu fundaba, oficialmente, la ciudad de Barceloneta; y las autoridades coloniales españolas le concedían el cargo de alcalde. No obstante, aquella pequeña ciudad ya tenía una cierta historia. Desde la década de 1860, el arenal del río Grande se había poblado de molinos procesadores de azúcar, promovidos y dirigidos por emprendedores catalanes que habían ido a hacer las Américas. Y en la desembocadura de aquel río, Bonòs Llensa había construido un embarcadero para que sus bergantines pudieran dar salida al azúcar "catalán" de Puerto Rico. ¿Pero qué pretendían, exactamente, aquellos pioneros catalanes? ¿Había un propósito oculto en aquella operación fundacional?

Las afueras de Barceloneta. Fuente Wikimedia Commons
Las afueras de Barceloneta. Fuente Wikimedia Commons

¿Quién era Bonós Llensa?

Bonós Llensa i Feliu es el paradigma del indiano catalán de los siglos XVIII y XIX. Nació en Blanes (la Selva) el año 1821, coincidiendo con los procesos revolucionarios independentistas de las repúblicas americanas; en el seno de una familia de tradición marinera. Las fuentes documentales revelan que su padre, Bonós Llensa i Collell, era carpintero de ribera (constructor de barcos), y, en aquella época, la villa de Blanes mantenía un intenso tráfico marítimo con los principales puertos de las Antillas españolas. Con tan solo diecinueve años, pasó a América, y las cosas le debieron ir muy bien, porque cuando construye el embarcadero de Barceloneta (década de 1860) ya era propietario de cuatro bergantines que hacían el trayecto de mercancías —básicamente azúcar— entre Barceloneta y Barcelona, y entre Barceloneta y Nueva York.

¿Quiénes eran los catalanes de Barceloneta?

Barceloneta de Puerto Rico no fue el único emplazamiento catalán en Puerto Rico. Las fuentes documentales revelan la existencia de importantes comunidades catalanas en la costa occidental de la isla, especialmente en Mayagüez y en Aguadilla. Pero, a diferencia de lo que pasaba en Barceloneta, en ninguno de los casos los catalanes representaban la mayoría de la sociedad. Barceloneta nació y creció como una "colonia catalana"; no tan solo en el aspecto lingüístico, sino también en el cultural. Y cuando hablamos de cultura, lo hacemos en el sentido más amplio del término: la arquitectura de la sociedad local, la fabricación del aparato productivo, y la proyección del tejido económico. Barceloneta fue, desde sus inicios, casi exclusivamente poblada por indianos catalanes; procedentes, principalmente, de las villas marítimas del Principado; dedicados al cultivo y a la exportación de azúcar.

Las tropas norte americanas entran en Barceloneta (1898). Font Pinterest
Las tropas norte americanas entran en Barceloneta (1898). Font Pinterest

¿Por qué Barceloneta?

El origen del nombre Barceloneta es, todavía, motivo de debate. Hay una corriente historiográfica que sostiene que la idea inicial de Llensa era bautizar la ciudad con el nombre de Barcelona. La elección de aquel nombre no era una cuestión anodina; sino que nos indica, claramente, que tanto Llensa como la comunidad local se identificaban plenamente con la capital de Catalunya. Es decir, que conservaban un fuerte sentimiento de catalanidad, en un momento en que el catalanismo cultural y político habían iniciado el camino de recuperación. Pero, reveladoramente, el capitán general y máxima autoridad colonial de la isla no lo autorizó. El también catalán Eulogio Despujol, que durante su carrera dio muestras sobradas de un furibundo anticatalanismo, no autorizó el nombre Barcelona; y, después de una ardua discusión, la cosa quedó reducida a Barceloneta (el barrio marítimo de la capital).

Llensa y la independencia de Puerto Rico

Bonós Llensa, fundador y prohombre de Barceloneta murió el 7 de febrero de 1891, a la edad de 70 años, convertido en el hombre más rico de su comunidad y en una de las principales fortunas patrimoniales de Puerto Rico. Llensa no conoció la expulsión de las tropas coloniales españolas (1898). Pero vivió las primeras manifestaciones independentistas puertorriqueñas: el Grito de Yara, que marcaría el inicio de la Primera Guerra (1868-1878) con una destacada participación de descendientes de catalanes en el bando revolucionario. En aquel conflicto las clases mercantiles criollas se posicionaron, masivamente, a favor de la independencia. Pero Llensa parece que optó por exhibir un perfil bajo: no hay ningún testimonio que indique ningún tipo de simpatía o de compromiso con los revolucionarios; como tampoco hay ninguna constancia de lo contrario.

Escudo de Barceloneta. Fuente Wikimedia Commons
Escudo de Barceloneta. Fuente Wikimedia Commons

Barceloneta y Barcelona

El escudo de Barceloneta contiene la cruz de Sant Jordi y las barras catalanas; pero Llensa y aquellos catalanes no tenían el propósito de fundar una colonia catalana en América. Sino el de crear un emporio comercial que tenía que contrapesar la pesada San Juan —la capital— colapsada por una espesa telaraña tejida, durante siglos, por las miserables clases funcionariales coloniales. Barceloneta fue concebida como una réplica de la Barcelona de mediados del siglo XIX que ya había iniciado la Revolución Industrial: moderna, activa, emprendedora; totalmente opuesta a Madrid. Durante el siglo XX no se completó el proyecto. Pero algo quedó, porque en la actualidad, aquel pequeño puerto que fundó un naviero de Blanes, que pobló con colonos del Principado y que bautizó con un nombre catalán, acoge el mayor complejo farmacéutico del mundo.