El Líber, la Feria Internacional del Libro que alterna sus ediciones entre Madrid y Barcelona, llega a su 36 edición en un momento en que la industria del libro crece lentamente, pero está lejos de haber recuperado los niveles de ventas de antes de la crisis. Además, el mundo del libro en papel se siente amenazado por los nuevos formatos, aunque en Catalunya parece ser que no llegan a tanta velocidad como en otras partes del mundo. La solución ante esta situación, para los editores, es, sobre todo, potenciar las exportaciones, y centrarse en los nuevos formatos. En la Fira de Gran Via, el Líber agrupa a 361 expositores, y se espera que este año pasen por allí, entre este miércoles y el viernes, 10.000 profesionales del sector.

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Buscar más exportaciones

España es el tercer Estado del mundo en exportaciones de libros, por detrás de Gran Bretaña y Estados Unidos. En el 2017 se exportaron libros por valor de 589 millones de euros. Según fuentes del Líber, esta Feria habría participado en un tercio de estas transacciones. Con el fin de potenciarlas al máximo este año el Líber, con la colaboración del ICEX y del Programa de Internacionalización de la Cultura Española, ha invitado a 550 compradores y prescriptores de 62 países. La principal delegación es la de la Misión de Bibliotecarios Norteamericanos. El Líber confía en aumentar la presencia de libro en castellano en las bibliotecas públicas de EE.UU., país que ya cuenta con 50 millones de castellanohablantes y que parece ser un gran mercado de futuro. Se ha preparado una amplia agenda de contactos entre los expositores y los invitados. En las Jornadas Profesionales hay numerosas charlas y debates sobre las exportaciones, sobre todo desde el punto de vista administrativo y financiero. Y entre los expositores, destacan numerosas editoriales especializadas en literatura infantil y juvenil y en libro religioso que intentan ganarse un espacio en el mercado exterior.

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Futuro en el audiolibro

El segmento de mercado del audiolibro es el que más crece a nivel mundial. Parece ser que el año pasado alcanzó en algunos mercados un crecimiento del 20%, gracias a las mejoras técnicas y a las ventas online. El audiolibro está muy consolidado en países como Alemania o  Estados Unidos, pero tiene dificultades para entrar en el Estado español. Pese a todo, los editores se preparan y en 2017 la oferta de audiolibros en español llegó a los 4.000 títulos, un 33% más que en años anteriores. El mercado del audiolibro en catalán todavía es mucho más reducido.

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Esperanza en el digital, en los videojuegos y en el cine

La facturación de libros digitales en el Estado español, en 2017, se incrementó un 1,6%. Eso es más que el aumento del libro en papel, pero pese a todo, el libro digital no consigue despuntar en las ventas generales. En este momento representa el 5,1% del sector editorial, aunque la oferta de libros disponibles crece progresivamente. Los creadores de libros tienen en cambio más esperanzas en el sector de los videojuegos, que ofrecen beneficios espectaculares; el Líber ha establecido una rueda de contactos entre autores, editores y empresas de realidad virtual de cara a la venta de derechos. Los editores también tienen la vista puesta en el cine, y han aprovechado el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, que se abre este jueves, para poner en contacto a productores cinematográficos con autores, agentes literarios y editores que tienen obras susceptibles de ser llevadas al cine.

El problema de la piratería

El mundo de la edición sigue sintiéndose muy amenazado por la piratería. Las Jornadas Profesionales han dado mucha importancia a este tema, que es uno de los que bloquea la expansión de la lectura digital. En esta feria se han propuesto a los editores medidas tecnológicas para frenar la piratería, pero sobre todo, se ha exigido intervenciones de las administraciones públicas y presiones sobre los distribuidors de contenidos, para frenar este problema.

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Imperativo cambio de políticas

El gran desafío de los editores es, sobre todo, evitar la caída de lectura que se produce entre los jóvenes al llegar a la adolescencia, y que es la responsable de las bajas tasas de lectura de este país (los jóvenes leen muy poco, y eso afecta a las estadísticas globales). El presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, Daniel Fernández, en la presentación de la feria, este martes, en presencia del ministro de Cultura, José Guirao, quiso reivindicar nuevas políticas que estimulen la lectura, argumentando que las sociedades "más prósperas económica y socialmente son las que cuentan con mayor índice de lectura". Y apuntó que los indicadores de lectura, aunque mejoran, todavía están lejos de los de los países del entorno. También reivindicó la necesidad de reforzar la lucha contra la piratería y de la defensa de los derechos de autor.

¿Ganar dinero de los autores?

Lo que más sorprende del Líber es que tenga un espacio reservado para la autoedición, la Zona de Autor. Este sector  de mercado se ha presentado en algunos casos como el futuro de la edición al eliminar intermediarios entre lector y autor, pero en realidad, no es tan claro que sea así. Si bien hay unos pocos autores que han pasado a ser best-sellers después de haber debutado en plataformas de autoedición, en realidad muchos de los libros autoeditados tienen ventas ridículas (encontramos libros que un año después de haberse editado han alcanzado tan sólo 3 descargas...). En realidad, lo que empezó siendo una alternativa a las editoriales tradicionales ha acabado siendo incorporado a los grandes grupos como Penguin Random House o Planeta... Y parece más bien una forma de sacar dinero a los autores que una forma de hacer llegar nuevos escritores a un mercado que ya está más que saturado (según fuentes de la propia Federación de Editores, hay 656.080 títulos vivos en el mercado español: demasiados libros para tan pocos lectores).