Killsquad es un videojuego de rol cooperativo, lanzado por la compañía catalana Novarama este julio, que en las primeras semanas de ventas ya se sitúa por encima de las 70.000 copias vendidas (en algún momento, en este verano, fue de los más vendidos en el mundo y las críticas en la prensa especializada le han sido muy favorables). Eso lo convierte en un juego líder a nivel mundial. las expectativas de Novarama no pueden ser mejores: confían en que Killsquad llegue a vender medio millón de copias sólo para PC, y un millón sumando todas las plataformas. Sería uno de los juegos catalanes más vendidos.

Mercenarios en un universo hostil

Killsquad es un juego de PC, un videojuego de rol cooperativo, pensado sobre todo para jugarlo en equipos de cuatro personas (aunque también se puede jugar solo). El protagonista es un equipo de caza recompensas (en la línea del viejo Equipo A de la tele) que es contratado para liberar planetas de monstruos. Estos mercenarios viajarán por el universo enfrentándose a diferentes monstruos en cada planeta. Tiene cuatro personajes: un pistolero espacial, que se llama Troy; una monja asesina, Cass (que se puede hacer invisible y usa katana). Un astronauta, Kosmo, que lleva un martillo gigante, y un robot médico, Zero, que se dedica a curar a los compañeros. Cada uno de ellos tiene diferentes habilidades (que pueden ir mejorando con el transcurso del juego) y, por lo tanto, ocupan diferentes roles.
Killsquad Warrior Monja Cass

Ideal para jugadores expertos

Daniel Sánchez-Crespo, director general de Novarama, explica que este no es un juego para niños superpequeños, sino que es más bien para jugar a partir del 12-14 años. Apunta que si bien hay tiros, "no es superviolento". El jugador arquetípico del nuevo videojuego son jugadores de 25 años, muy entrenados, porque "no es un juego para jugar a medias tintas". Los que lo han probado aseguran que es un juego idóneo para jugar en equipo. Sánchez-Crespo, asegura que han cuidado mucho la estética, y que todos los que lo han probado coinciden en qué "es muy bonito, a nivel de efectos visuales". "Nunca habíamos hecho una cosa tan pasada de vueltas", explica el creador de videojuegos, "pero funciona muy bien. Es un festival de luminaria y queda a muy espectacular", añade.

Killsquad monstruo

De Invizimals a Killsquad

Novarama se creó, en Barcelona, en 2003, con la voluntad de hacer videojuegos que llegaran a grandes públicos, pero que tuvieran un elemento distintivo con respecto a los productos de las compañías rivales. En 2008 publicaron Invizimals, un original juego infantil que se convertiría en todo un boom: generó 6 secuelas, una serie de televisión, una película... Ahora han apostado por un juego que no va destinado al público de invizimals sino hacia otra gente, que podrían ser "sus padres", según explica Sánchez-Crespo. Y se siente muy satisfecho de haber escapado de la zona de confort de la compañía y haber apostado por una cosa completamente diferente de la que les hizo triunfar: "Hacer siempre lo mismo es aburrido. Renovar es más chulo para nosotros como compañía", asegura el director de Novarama.

killsquad cenital

Redondeando el producto

Novarama ha trabajado durante 20 meses en este videojuego, y en algunos momentos ha llegado a tener un equipo de 16 personas dedicándose a él. La compañía sigue trabajando al mejorar el juego, y aseguran que las actualizaciones incorporarán novedades: personajes nuevos, escenarios nuevos... Su objetivo es hacer un producto "superbueno", que se convierta en "un homenaje a los juegos que nos han divertido durante años. Queríamos superar a muchos clásicos que han existido antes que nosotros", explica Sánchez-Crespo.

Killsquad tanques

Producto catalán al 100%

Daniel Sánchez-Crespo explica que Invizimals, el gran éxito de Novarama, fue distribuido por Sony, y eso hacía que la compañía japonesa condicionara mucho el producto y se llevara una parte sustancial de los beneficios. Killsquad es distribuido por la propia Novarama, que así se libera de la tutela de Sony. Eso ha supuesto que los creadores catalanes tienen más control económico sobre los beneficios del producto, pero también sobre el proceso de producción: "no tenemos que consultar a nadie", explica Sánchez-Crespo, que añade que "ahora tenemos contacto directo con los fans y nos es más fácil saber qué les gusta y qué no, y eso nos hace ganar velocidad". Desde Novarama quieren destacar que Killsquad sólo ha sido posible gracias al apoyo de la Generalitat, a través del Instituto Catalán de las Empresas Culturales, que ha apostado decisivamente para la creación de este juego.