Hoy se estrena Jungle Cruise, una película aventurera basada en una atracción de Disneyland donde montado en un pequeño barco se recorre un río que cruza una jungla peligrosa. Más allá de un argumento entretenido, de unas críticas bastante estimulantes y de un reparto que llama adeptos (Dwayne Johnson y Emily Blunt tienen sus respectivos séquitos de fans), hay una característica que no nos puede pasar desapercibida. El filme esta dirigido por un director catalán, una personalidad que poco a poco y con mucho trabajo se ha ido haciendo un rincón destacable en Hollywood.
Jaume Collet-Serra pertenece a la hornada de directores como Oriol Paulo (Los ojos de Julia, Contratiempo) o J.A. Bayona (Lo imposible, Jurassic World: El reino caído), directores que se han ganado un lugar privilegiado por los amantes del cine y del entretenimiento. El año 1992, cuando Collet-Serra tenía 18 años, voló hacia Los Ángeles para estudiar cine. Y se quedó. Desde entonces, ha dirigido una decena de películas, entre las que están La huérfana o Infierno azul, la mayoría de ellas secuelas.
Un actor clave para el director
Antes de su subida al mundo cinematográfico, el director pasó por anuncios y videoclips: Enrique Iglesias, Britney Spears o Brad Pitt pusieron música a sus directrices. Hasta que un día que nunca olvidaría, recibió una llamada de Joel Silver, productor de obras como La jungla de cristal, Matrix o Arma letal. Había llegado su oportunidad y en 2005 llevó a la gran pantalla La casa de cera – o como la promocionaron, "la película donde podrás ver morir Paris Hilton".
Pero sin duda hay un actor que es fetiche para él, una eminencia de Hollywood que ha cautivado la cámara y las directrices del cineasta. Y viceversa, seguramente. El irlandés Liam Neeson ha trabajado con Collet-Serra en cuatro películas: Sin escalas, Una noche para sobrevivir, El pasajero y Sin identidad, el largometraje que consiguió que Collet-Serra se convirtiera en el primer realizador catalán en ser número 1 en la taquilla de Estados Unidos. De hecho, hace poco se ha confirmado que dirigirá al actor irlandés en la adaptación televisiva que se hará de ella, donde Neeson también será productor. Tanto es su afecto mutuo, que en una entrevista el año 2019, éste reconoció que le encantaría rodar más películas con el catalán. Una amistad que podría repetir con Dwayne Johnson, quien exigió contar con la presencia del director en su primera incursión en el mundo de los superhéroes. Será en Black Adam, prevista para el próximo año.
De hecho, con las dos películas que protagoniza Johnson, el director catalán pretende consolidarse en Hollywood, afianzando su manera de hacer cine y compitiendo con los más grandes. Hoy se estrena la primera de ellas, donde Collet-Serra ha creado "un mundo que no existía", una pieza totalmente original que lleva décadas esperando, desde que dejó su hogar del Maresme para probar suerte en el nuevo mundo. No le ha ido del todo mal.