Hoy se ha dado a conocer el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, que ha recaído en la escritora Isabel-Clara Simó. Este es uno de los máximos premios en el ámbito de la cultura catalana, y en ediciones anteriores lo han ganado intelectuales tan relevantes como Mercè Rodoreda, Salvador Espriu, Joan Oliver, J.V. Foix, Joan Fuster, Miquel Martí i Pol o Tísner. Este galardón fue instituido por Òmnium Cultural en 1969 y premia la trayectoria de una persona que haya contribuido a la vida cultural de los Països Catalans, por su obra literaria o científica en lengua catalana y por la importancia de su tarea intelectual. Tiene una dotación de 20.000 euros, pero, además, va asociado a una serie de actividades de divulgación de la obra de la persona galardonada. La ceremonia de concesión del premio tendrá lugar el lunes 20 de febrero en un acto en el Palau de la Música Catalana.

Mujer y de los Països Catalans

Jordi Cuixart se ha felicitado porque, por segundo año consecutivo, este premio recae en un autor de fuera del Principado; sin embargo, se ha mostrado inquieto por el hecho de que Òmnium, que sólo trabaja en el Principado, tenga la responsabilidad de defender la cultura de todos los Países Catalanes. También ha celebrado que por segundo año consecutivo se premie a una mujer. Cuixart ha querido destacar de Isabel-Clara Simó su compromiso hacia una cultura, la catalana, y hacia unos Països Catalans "que se afanan por sobrevivir". Carles Solà, que ha hecho la glosa de Simó como miembro del jurado, se ha lamentado por el gran número de personas que no han podido premiar. Pero ha destacado "la obra inmensa" de Isabel-Clara Simó, en todos los campos: novela, guión de televisión, teatro, periodismo... Ha resaltado que, además de ser una obra muy amplia, ha sido traducido a 30 idiomas y que "merecía ser premiada". Solà ha explicado que el jurado ha valorado especialmente, de esta autora, su lucha por las libertades: las libertades de las mujeres, las libertades de los niños...

Un premio para ganar confianza

La galardonada se ha mostrado "profundamente emocionada y mareada" por recibir "el Nobel catalán". Ha afirmado que le ayudará a obtener autoconfianza, porque afirma que es muy insegura y que encuentra muchos defectos en su obra: "es una tortura para mí, releerme," asegura. Ha valorado esta concesión como una compensación por muchos esfuerzos realizados en el pasado: "Yo he amado locamente los Països Catalans y siempre me había sentido no correspondida. Ahora, por fin, me siento amada". Se ha mostrado dolida, sobre todo, porque se le ha acusado de escribir "literatura para tías", y afirma que eso no es cierto. Se ha mostrado muy esperanzada por la evolución de la literatura catalana, afirmando que los jóvenes escritores vienen con mucho empuje. Simó, de 73 años, ha asegurado que no piensa en preparar su jubilación: "No pienso tirar la toalla. No sé vivir sin escribir". Y se ha mostrado decidida a seguir mejorando: "de cada libro, aprendo una cosa nueva, y espero todavía escribir alguna cosa mejor de las que he escrito hasta ahora". Ha acabado con una reivindicación de la literatura como simple placer: "Si queréis cosas útiles, id a la ferretería". "Leer, tiene que ser un placer", ha concluido.

Muy crítica

Simó no ha querido callarse y ha formulado muchas críticas a la situación política: ha afirmado que la transición fue una "estafa", "la mayor vileza que nos han hecho", y ha añadido que "A Franco lo dejó todo atado y bien atado" y que la Constitución es una herramienta de opresión. Ha protestado por la situación de Europa y por la falta de competencias de Catalunya "estamos en una situación colonizada, arrodillada". Con respecto a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto afirma que "nos humillaron". Y apunta que la esperanza que tiene es que la transición no se ha acabado. Espera que las cosas cambien pronto: "Soy una independentista con muchas ganas de dejar de serlo". Y ha expresado su compromiso insoslayable con la lengua catalana: "La primera vez que conseguí escribir unas líneas en catalán lloré de emoción, porque por primera vez pude escribir en la lengua que siempre había sentido. Aquel día decidí que siempre mantendría el vínculo con esta lengua".

Una autora prolífica

Isabel-Clara Simó nació en Alcoi en 1943 y de bien joven se vinculó al nacionalismo valenciano de la mano de Joan Fuster. Se instaló primero en Figueres y después en Barcelona, dedicándose a la enseñanza secundaria y universitaria. En 1978 se inició en el mundo literario con És quan miro que hi veig clar, que ganó el Premio Víctor Català. A partir de entonces ha publicado una cincuentena de títulos, entre teatro, guión, poesía, cuentos, novela, ensayo, novela juvenil... Entre ellos hay que destacar T'estimo Marta (1986), El salvatge (1993) y El gust amarg de la cervesa (1999). Es bien conocido el compromiso de la autora con el feminismo, con la publicación de textos como Dones (1997), una obra que tuvo una versión cinematográfica, u Homes (2010). Es autora, también, de una amplia producción periodística, que se inició en el semanario Canigó y que se prolonga hasta ahora... Ha obtenido muchos reconocimientos: en 1999 se le otorgó la Cruz de Sant Jordi, en el 2013 recibió el Premio Jaume Fuster dels Escriptors en Llengua Catalana y en el 2016 fue nombrada hija predilecta de Alcoi ("lo mejor que me ha pasado en la vida", según ella).