Francesc Marco-Palau publica La generació de la independència. Del Bloc d'Estudiants Independentistes (BEI) a l'Associació Catalana de Professionals (ACP) (ed. Gregal). Un libro que propone una relectura del proceso soberanista que se está viviendo en Catalunya. Muchos analistas argumentan que la oleada independentista procede de la negativa a aceptar las reivindicaciones de los catalanistas de las instituciones españolas (del gobierno de Rajoy al Tribunal Constitucional). Otros, en cambio, apuntan que el paso de los líderes autonomistas procedentes de Convergència al soberanismo arrastró a grandes cantidades de población al soberanismo. En estas dos hipótesis, se desprecia el dinamismo y la fuerza del independentismo histórico. Francesc Marco-Palau, con este libro, quiere reivindicar el trabajo bien hecho del antiguo independentismo, y asegura que sin su esfuerzo el soberanismo nunca hubiera conseguido los progresos de los últimos años. La generació de la independència llega con apoyos de primera fila: tiene sendos prólogos de Jordi Sánchez, presidente del ANC, Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, y Òscar Escuder, presidente de la Plataforma per la Llengua.

El BEI, más allá de la universidad

El Bloc d'Estudiants Independentistes (BEI) juega un papel esencial en el ensayo de Marco-Palau. Su teoría es que el sindicato estudiantil sirvió, no sólo para articular a los estudiantes en torno al independentismo, sino también para formar una nueva generación independentista, para articular una alternativa soberanista más allá de las rivalidades partidistas y para promover pasos adelante en la lucha global por la independencia. Marco hace un estudio detallado del movimiento sindical universitario y detecta a un gran número de líderes actuales del procés que se han formado en la lucha independentista universitaria: dirigentes de ERC, del PDeCAT, de Demócratas, del ANC, de Òmnium, miembros de los parlamentos valenciano y balear, concejales en muchísimos pueblos... Muchos de los personajes claves de la nueva élite política soberanista no vienen del regionalismo sino que se introdujeron a la política, directamente, a través de organizaciones independentistas. Y lo hicieron de forma muy transversal, ocupando diferentes espacios del arco político, desde la derecha hasta la extrema izquierda.

La ACP, la continuidad

Marco-Palau también apunta que la Associació Catalana de Professionals (ACP), una organización nacida en 1996, ayudó a consolidar el movimiento independentista. En La generació de la independència se pone de manifiesto que la respuesta de la sociedad civil a las acciones de las instituciones españolas no sale de la nada, sino que es la consecuencia directa de una larga tarea de articulación de un monumento independentista. Una tarea de think tank y de elaboración de proyectos de futuro, pero también de reagrupamiento de fuerzas, que tendrá efectos directos, por ejemplo, en algunos colegios profesionales, en la UGT o en Òmnium Cultural. La ACP también sería el vivero de donde surgiría la Plataforma per la Llengua, la llamada ONG del catalán.

¿Fratricidas?

Marco-Palau marca el punto de inicio de la deriva independentista no en 2010, cuando el Tribunal Constitucional emitió su sentencia sobre el Estatuto, sino 1992, cuando el movimiento independentista se organizó para hacer frente a los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Un año marcado por la operación masiva del juez Garzón contra el entorno independentista, pero también un periodo en que el soberanismo hará una demostración de fuerza, haciendo visible el sentimiento independentista en los Juegos Olímpicos. Unos momentos en que la Crida a la Solidaritat y otros grupos como el Moviment de Defensa de la Terra o los Grups de Defensa de la Llengua alcanzaron una gran capacidad de movilización. Pero fue muy difícil articularlos. La historia del movimiento independentista hasta bien entrado el siglo XXI es una historia marcada por las tensiones internas. El histórico enfrentamiento entre el Partit Socialista d'Alliberament Nacional (PSAN) y el grupo Independentistes dels Països Catalans (IPC) todavía colea hoy en día. Pero también fueron muy complicadas las tensiones en el seno de ERC, con la escisiones de Reagrupamient y de Solidaritat Catalana per la Independència. Por no hablar de las eternas tensiones entre Convergència y su socio Unió.

Hacia el derecho a decidir

La generació de la independència también intenta hacer una historia del movimiento independentista más reciente, más allá de la política partidista, que es lo que habitualmente destacan los politólogos. Para Marco-Palau el papel clave en la lucha por la independencia lo juega la sociedad civil, con organizaciones como la Plataforma pel Dret a Decidir y, sobre todo, la ANC, que tendrá capacidad de imponer su agenda a los partidos y a los sucesivos gobiernos.

Cambio de angular

Francesc Marco-Palau es miembro de la "generación de la independencia", ya que nació en 1989. Además de estudiar historia (evidentemente, militando en el BEI) y de publicar varios libros, como Francesc Dalmau, de Normandia a Palamós, ha estado muy vinculado a diferentes entidades catalanistas, como la Plataforma per la Llengua. Y su visión ayuda a ver el independentismo desde otra óptica: más allá de los líderes, más allá de los partidos... Una mirada que enlaza el viejo independentismo de los ochenta con el soberanismo actual. Y que reivindica la tarea hecha por el movimiento independentista, asegurando que el procés no lo han impulsado ni los españoles centralistas ni los autonomistas, sino los viejos independentistas.