Escultura y coleccionismo son, aparentemente, los dos únicos rasgos que unen a Frederic Marès (1893 - 1991) y Lluís Bassat. El primero, escultor ampurdanés, reúne obras de la época medieval, renacentista y barroca, mientras que el matrimonio formado por el publicista Bassat y su esposa, Carme, acoge piezas de la época contemporánea. Ahora bien, a pesar de coleccionar obras de puntos tan alejados cronológicamente, la exposición Confluències, comisariada por Ricard Mas, demuestra que hay otros vínculos entre estas piezas. Esculturas de artistas contemporáneos como Henry Moore (1898 - 1986), Joan Miró (1893 - 1983) o Pablo Gargallo (1881 - 1934) se integran en el recorrido de la colección permanente del Museu Frederic Marès hasta el 21 de mayo. De esta manera, las obras aparejadas empiezan un diálogo que las desprende de su contexto original y cobran un nuevo sentido. Como expresa Lluís Bassat: "es una nueva manera de ver los tesoros del Museu Frederic Marès con un guiño contemporáneo".

Parejas escultóricas

Cada una de las 25 parejas formuladas es una pequeña revelación. Hay conexiones de todo tipo, desde la más previsible a la más inesperada. ¿Por ejemplo, qué podría relacionar a un Cristo crucificado de Sebastián Ducete (1568 - 1620) hecho hacia 1600 y Le pichet de Antoni Clavé (La gerra, 1963)? Dicho así puede ser complicado encontrar una respuesta, pero cuando admiras ambas obras juntas en el museo, se te abren los ojos. ¡Es la jarra que recoge la sangre de Jesús! En este caso, se complementan una en la otra, en cambio, ante la pareja de Dos niños jugando con una mariposa (Antoni Solà, 1839) y Bird in flight (Perecoll, 1948), tenemos la oportunidad de ver dos maneras radicalmente distintas de expresar un instante en suspensión.

Cada una de las 25 parejas formuladas es una pequeña revelación

Cada confluencia va acompañada de un texto breve que te da un pequeño empuje para reflexionar sobre la yuxtaposición de estas obras. Es complicado dejarse alguna pareja por contemplar porque todas están marcadas con tres colores llamativos diferentes, como un resquicio que entra para dar nueva luz en el museo.

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Imagen de la exposición Confluencias / Foto: Archivo Museo Frederic Piedra Arenisca

Casi todas las obras que coleccionó Frederic Marès son de temática religiosa. Actualmente, parece cada vez más difícil reunir visitantes y todavía más, diría yo, si todas las obras de la colección permanente son de esta temática. Ahora bien, no olvidemos que aquellas esculturas están allí para conocer y conectar con los cimientos de nuestra cultura, no para rendir culto. Gracias a esta exposición, el equipo del museo ha conseguido animar a nuevos visitantes y ha refrescado el aire del museo.