La Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara ha homenajeado a Carmen Balcells, la Mamá Grande del boom latinoamericano. Con motivo del décimo aniversario de su fallecimiento (1930-2015), la "revolución literaria" que la agente barcelonesa lideró ha sido la gran protagonista de la tercera jornada de la feria mexicana, en un acto que ha contado con la presencia de los escritores Eduardo Mendoza y Carme Riera, así como el periodista Xavi Ayén y el editor José Calafell. Todo, dentro de la programación de Barcelona como ciudad invitada al evento —donde Jaume Collboni anunció una beca muy polémica a, precisamente, autores latinoamericanos.
Balcells ha sido presentada como "la agente literaria más influyente del siglo XX, sobre todo en lengua española", que defendió a los autores frente a los editores en una época en que se firmaban contratos a perpetuidad. Su influencia se extendió desde Cataluña hacia América Latina y el resto del planeta, logrando que "el éxito comercial fuera de la mano de la calidad literaria". En su catálogo de autores representados había seis premios Nobel, entre ellos Gabriel García Márquez, Pablo Neruda y Mario Vargas Llosa, así como otros autores latinoamericanos como Carlos Fuentes, Isabel Allende, Julio Cortázar, José Donoso y Alfredo Bryce Echenique, y catalanes como Manuel Vázquez Montalbán, Juan Marsé y el propio Mendoza.
Carmen Balcells y los derechos de los autores
Mendoza ha asegurado que, con ella, la literatura en castellano "pasó de jugar en el patio del colegio a hacerlo en las grandes ligas". Antes, "todo funcionaba de forma tosca y bohemia" en el mundo literario, y ella protagonizó "el cambio" en este universo. "Aparecieron una serie de escritores en potencia que cambiarían el concepto de literatura en lengua española, y pasamos de jugar en el patio del colegio a las grandes ligas", ha remachado. Concretamente, ha recordado que Balcells "organizó el cambio" en la industria editorial en lo que respecta a los derechos de los autores, apoyó a editores en sus primeros pasos y fue una gran lectora, crítica con los manuscritos. Los editores entendieron el cambio y el papel del agente fue "organizarlo hacia este enfoque empresarial".
"A mí me cambió la vida cuando me pidió representarme, seguramente porque necesitaba autores en lengua catalana", ha asegurado Riera, que ha destacado la generosidad y la capacidad empática de la agente literaria, así como la forma en que trataba a sus "clientes". Riera escribió la biografía Carmen Balcells, traficante de palabras, y ahora ha definido a la agente como una persona irrepetible que luchó por los autores, la literatura y por Barcelona, una ciudad que "le debe muchas cosas". Aún más, ha destacado que "hizo caminar" a los editores por donde ella quería, defendiendo los derechos laborales de los escritores en lo que ha bautizado como "Ley Balcells". También ha sentenciado que "García Márquez era extraordinario, pero Balcells lo hizo aún más extraordinario", sobre el escritor que acuñó eso de Mamá Grande.
La espinita clavada de la agente literaria
Ayén, autor del libro Aquellos años del boom, coincide con estas lecturas. "Creó el mundo que ahora habitamos", ha defendido, poniendo el foco en la manera como acabó con los contratos vitalicios y renegoció los derechos en el extranjero. Es decir, que con su trabajo "ayudó a profesionalizar el oficio de escritor" y lo hizo "con una personalidad seductora nata". "Era capaz de negociar un contrato hasta la muerte y tener al mismo tiempo actos de extrema generosidad", ha añadido. De la misma manera, ha destacado su sueño de crear en Barcelona el archivo de autores Latinitatis Patria, consultable para investigadores y público, que no llegó a tirar adelante —motivo por el cual ahora los estudiosos tienen que desplazarse a los archivos de los Estados Unidos—. "Fue una de las espinas que tenía clavadas, no haber podido crear este museo-archivo". El archivo de Balcells se encuentra ahora en Madrid, en el Archivo General de la Administración, pero el periodista ha considerado que esto no quiere decir que algún día no pueda estar en la capital catalana.
El actual CEO de Planeta en América Latina, José Calafell, se enfrentó "temeroso" con 38 años por primera vez a la todopoderosa agente, y ahora ha revelado que aquel día hablaron de las alfombras que había en la agencia. "Le dije que quería comprar una alfombra en Marruecos y me dio el consejo de 'nunca pagues más de la mitad del precio que te pidan' y a la vuelta del viaje me preguntó si había comprado alfombras, y le respondí que ni compré ni pagué lo que me pidieron porque era muy malo regateando", ha explicado. ¿La respuesta? "Eres un inútil, Calafell, me has decepcionado". A partir de aquí, el editor ha apuntado que la Balcells que conoció "era la agente que ya había conseguido lo que se proponía y que había pasado por todas las batallas", pero que no dejó de trabajar y de buscar "nuevas alternativas". Finalmente, ha destacado su "personalidad genial" tanto en el plano editorial como humano, y ha afirmado que tenía un estilo diferente al resto de agentes literarios.
