Els estranys, de Raül Garrigasait (Edicions del 1984) ha conseguido imponerse en el Premio Òmnium a la Mejor Novela en Lengua Catalana del Año, que este año se otorgaba por primera vez. Este premio se libra a la mejor novela publicada en catalán en el último año y tiene una dotación de 20.000 euros para el autor y 5.000 euros para el editor, para que los utilice para mejorar la promoción del libro. Els estranys había sido una de las tres obras que el comité de selección de Òmnium Cultural había escogido como finalistas del proceso. Las otras dos eran Els fills de Llacuna Park de Maria Guasch, y Robinson de Vicenç Pagès Jordà. El jurado ha estado compuesto por Maria Dasca, Rosa Cabré, Carme Gregori, Xavier Pla y Oriol Izquierdo. En el acto de presentación del ganador no ha podido estar presente Jordi Cuixart, presidente de Òmnium y padre de la idea, porque está encarcelado, justamente por presidir la entidad. El vicepresidente de Òmnium, en nombre de la organización, ha querido hacer una crítica a las restricciones de las libertades que se vive en el Estado español, pero ha asegurado que Òmnium, a pesar de los ataques, continuarà haciendo la labor para la que había sido creado.

El dolor de la modernidad

La trama de Els estranys se sitúa en la Catalunya de 1837, en plenas guerras carlistas, en un mundo donde las lógicas de la racionalidad y de la modernidad no funcionan. El protagonista es un joven prusiano, Rudolf von Wielemann, que va a Catalunya a dar apoyo al pretendiente carlista, Carlos María Isidro, pero que acabará aislado durante un año en Solsona. Según su autor, gira en torno a "la mirada perpleja de un extranjero" sobre una realidad que no llega a comprender. Afirma que en buena parte se ha inspirado en las historias orales que se explican en su tierra, en Solsona. Y reivindica a los carlistas como individuos que "se retuercen de dolor ante el avance de la modernidad", como tantos otros.

Un premio para consolidar la literatura catalana

Òmnium Cultural ha promovido este premio en el intento de hacer alguna iniciativa que facilitara a la promoción de la literatura catalana, de la misma forma que en Francia hay el premio Goncourt o en Inglaterra el premio Booker. Esperan que con este premio una novela catalana de calidad pueda subirse a los rankings de ventas y, al mismo tiempo, obtener visibilidad a nivel internacional y promover su traducción a otras lenguas. El premio se otorga en febrero para intentar potenciar las ventas del título ganador de cara a las fiestas de Sant Jordi. Marcel Mauri, vicepresidente de la entidad, ha afirmado que con esta iniciativa se quiere recuperar el espíritu de los fundadores de la entidad, de colocar la cultura catalana al nivel de las grandes culturas del entorno.

Doble honor para Garrigasait

Garrigasait ha querido dejar claro que "este premio es un honor literario" porque "ya lo era ser finalista con dos novelas de tanta calidad". Pero, además, ha afirmado que para él es "un honor cívico" porque en un momento de riesgo para los derechos civiles es un honor recibir un premio por parte de una entidad que defiende la cultura y las libertades. Sobre la elección del período en que se sitúa la acción de Els estranys, Garrigasait ha argumentado que esta no es una novela sobre el pasado: "Quiero pensar que es una novela que también habla sobre nuestros dilemas de hoy".

El premiado

Hay quien ha definido a Raül Garrigasait como "un sabio joven". De hecho, es un reputado helenista, que desde el 2007 dirige la colección Bernat Metge, donde se publican ediciones muy cuidadas de la literatura, filosofía e historia griegas y latinas. Pero además, ha traducido numerosas obras al catalán, habitualmente de autores muy selectos: Zygmunt Bauman, Goethe, Rilke... Y obviamente, también ha traducido a algún clásico, como Platón. La primera obra de ficción de Garrigasait, el poemario La tendra mà de cada arrel (2004), ya había conseguido llamar la atención de algunos críticos, y obtuvo el premio Octavio Paz de Poesia. Su segundo libro, El gos cosmopolita i dos especímens més, es una obra a caballo entre el ensayo y la novela donde se analiza el cosmopolitismo a través de los personajes de Ramon Mercader (el asesino de Trotsky) y Diógenes y mediante la figura del holandés errante, el barco que vaga fantasmagórico por los océanos porque está condenado a no poder volver nunca a puerto. Mereció algunos elogios pero se mantuvo en círculos muy minoritarios. Ahora, desde la publicación de Els estranys, su nombre ha empezado a sonar mucho más. El año pasado Els estranys ganó el Premio Librero, uno de los más prestigiosos del país. Sin duda, el premio Òmnium contribuirá a consolidar su papel en el mundo de las letras catalanas.

Editor en racha

Josep Cots, el editor de 1984, tiene fama de ser un hombre tranquilo y tenaz. Su editorial, aunque no suele situar entre los grandes éxitos de ventas, tiene mucho prestigio por la calidad de los títulos que ha editado, tantos autores catalanes como extranjeros. Sin embargo, Cots afirma que su editorial, como tantas de las editoriales independientes, está siempre "en la frontera de la supervivencia". El año pasado, el editor de 1984 fue reconocido con uno de los Premios Nacionales de Cultura que otorga el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CoNCA). Cuando le otorgaron este premio estaba exultante, porque afirmaba que era "el primer premio que le han dado en su vida y probablemente el último". Pero el premio Llibreter y el premio Òmnium a una novela que era una de las grandes apuestas de su editorial, en cierta medida, también son un premio para el editor. Es sintomático de que dos de las tres obras finalistas a este premio hubieran sido publicadas por pequeños editores.

Los finalistas

Els fills de Llacuna Park de Maria Guasch, y Robinson de Vicenç Pagès Jordà han sido las dos otras obras finalistas. La novela de Maria Guasch (Begues, 1983) presenta el universo de una mujer de la treintena en que su universo se rompe y opta por dejarse llevarse por la corriente. La novela tiene uno de sus escenarios en la prisión, porque Guasch había trabajado como profesora en Can Brians. El último de los candidatos era un veterano escritor, Vicenç Pagès Jordà, una de las principales obras del cual es El món d'Horaci, de 1995. Robinson enlaza con la novela de Daniel Defoe, pero con un universo mucho menos exótico. H., el protagonista de Robinson, se lanza a la Operación Comando, colándose en la casa del vecino que está de vacaciones. Un libro que tiene múltiples lecturas y que, en cierta medida, entronca con El món d'Horaci.