La película catalana Estiu 1993, de la directora Carla Simón, ha ganado hoy el premio a la ópera delgada de la Berlinale. El filme ha recibido, también, el gran premio especial del jurado en la sección Generation Kplus, destinado al público juvenil, exaequo con la coreana Becoming Who I Was, de Chang-Yong Moon. El oso de oro a la mejor película, sin embargo, se lo ha llevado una película honagresa.

La película de Simón, nacida en Barcelona en 1986, parte de una historia personal, la de una niña que perdió a su madre. La idea para el filme surgió después de haber rodado uno corto de dos niños, hermanos, que se enfrentan a la muerte de su abuela, según ha explicado la cineasta, después de la presentación de la cinta en la Berlinale.

El filme explica cómo Frida, de seis años, se ve obligada a dejar la gran ciudad después de la muerte de su madre a causa del sida para ir a vivir con sus tíos en el campo, y las dificultades que experimenta por|para adaptarse a esta nueva situación a pesar de contar con todo el amor y el afecto de su nueva familia.

La sección Generation está destinada a los espectadores más jóvenes y concurrían más de 60 películas de unos 40 países. Aunque es su primer largometraje en la Berlinale, Simón conocía ya aquel festival, ya que participó hace dos años en el taller de guion que organiza el Berlinale Talentos, espacio dedicado a los talentos emergentes del cine.