Desde la caída del telón de acero, el derrumbe de la Unión Soviética y la implosión de los Balcanes, el número de países participantes en el festival de Eurovisión ha aumentado tanto que desde mediados de los años noventa -la de los grandes cambios en el mapa europeo- se han utilizado varios sistemas para racionalizar el número de participantes, desde suspender por un año a los peores participantes hasta el actual sistema de semifinales, implementado el año 2004.

Ahora bien, hay varios países que evitan el trámite de la semifinal, ya que tienen asegurado el pase a la final. Uno de ellos es siempre el país anfitrión, que además es el ganador de la anterior edición, este año Suecia. Pero hay cinco más que se garantizan la presencia por una razón más prosaica: pagan.

Los intocables del 'big five'

Efectivamente, los países conocidos como el Big Five -Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España- se han convertido en intocables y siempre tienen una plaza reservada en la gala final, precisamente porque son los principales contribuyentes financieros de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), la entidad organizadora del festival.

Es decir, que más allá de la calidad de la canción presentada o de la clasificación en anteriores ediciones, los representantes de estos países llegan a la final gracias al dinero que desembolsa cada Estado, es decir, que el dinero público del contribuyente -en el caso de España a través del presupuesto de RTVE- es lo que garantiza un lugar en la final. Lisa y llanamente, la participación de Barei la pagan todos los contribuyentes españoles.

Australia, Europa por un día

Aunque el nombre del festival lleve el prefijo -euro-, tradicionalmente el concurso ha traspasado las fronteras del continente europeo, con la participación habitual de un país del Oriente Próximo como Israel y la más reciente de naciones transcaucásicas como Georgia, Armenia y el Azerbaiyán. En todo caso, participaciones más o menos justificables en nombre de la geopolítica.

Ahora bien, este año participa también Australia. De hecho, es el segundo año que lo hace. En este sentido, la inclusión de un país de Oceanía se explica oficialmente por el seguimiento multitudinario que tiene el acontecimiento, que es retransmitido en directo. Es decir, que al menos por un día, Australia se convierte en un país europeo. Y si ganara el festival, con toda probabilidad lo organizaría el próximo año.

26 participantes, 16 eliminados

En la edición de este 2016 participarán 26 países, mientras que 16 han quedado en el camino a las semifinales. Los participantes, por orden de actuación, serán Bélgica; República Checa; Países Bajos; Azerbaiyán; Hungría; Italia; Israel; Bulgaria; Suecia; Alemania; Francia; Polonia; Australia; Chipre; Serbia; Lituania; Croacia; Rusia; España; Letonia; Ucrania; Malta; Georgia; Austria; Reino Unido y Armenia.

Por su parte, han quedado eliminados en semifinales Finlandia; Grecia; Moldavia; San Marino; Estonia; Montenegro; Islandia; Bosnia; Suiza; Bielorrusia; Irlanda; Macedonia; Eslovenia; Dinamarca; Noruega y Albania.