¿Qué hace que una persona dedique buena parte de su tiempo libre a escribir novelas? Eso, a buen seguro que nos lo podría responder Maiol de Gràcia, autor de la novela L’art de l’excés, recién salido del horno del editorial Manifiest. ¡Vigilad, porque todavía quema! En Maiol es licenciado en filología inglesa, profesor de secundaria y un apasionado por la literatura anglosajona: John Steinbeck, Ernest Hemingway, Paul Auster... Pero todo eso solo interesa a los académicos y es la parte menos intrigante de la novela de su vida. Lo que nos interesa de verdad a los amantes de la lectura es qué ha escrito, cómo y por qué. Intentaré resolver alguna de estas dudas.

De Gracia ha escrito cuatro novelas: La peixera (Edicions del Periscopi), Projecte tothom (Editorial Més Llibres), No en cap altre lloc, escrita conjuntamente con Marta R. Gustems (Editorial Llibres del Delicte) y L’art de l’excés (Manifest Llibres). Todas situadas en mundos únicos y diferentes de los que estamos habituados. Podríamos decir que es un creador de universos que fusionan la cultura anglosajona, Catalunya y la distopía.

Maiol de Gràcia es un creador de universos que fusionan la cultura anglosajona, Catalunya y la distopía

¿Hasta dónde serías capaz de llegar para defender tus ideales?

L’art de l’excés nos sitúa en un planeta Tierra que se transforma ininterrumpidamente desde el día de su creación a causa del desplazamiento de innumerables placas tectónicas que provocan que la corteza terrestre no deje de ondularse y los paisajes se modifiquen día tras día. Una buena manera de plasmar el nada es para siempre, carpe diem. Este es el escenario y la base para explicar el conflicto que envuelve toda la novela: continuar con la misma realidad (las ondulaciones terrestres) o cambiarla (parar las ondulaciones). Curiosamente, los que quieren que la Tierra continúe en movimiento, es decir, que cambie constantemente, son los que no quieren cambios (los ecologistas), y los que quieren que la Tierra pare de ondularse, son los que lo quieren cambiar todo. Una ironía que no sé si era pretendida, pero que está muy bien encontrada. Y sí, a todo eso, añadimos el exceso en mayúsculas, pues ya tenemos la cuarta novela del autor y una pregunta abierta a todo el mundo: ¿hasta dónde serías capaz de llegar para defender tus ideales?

De Gracia pone el dedo a la llaga de lo que es políticamente correcto y se recrea

De Gracia pone el dedo a la llaga de lo que es políticamente correcto y se recrea; nos obliga a abrir nuestro campo de visión y a plantearnos muchas cosas sobre nosotros mismos. Y todo eso con un lenguaje sencillo y directo, una falta de tabúes, una manera curiosa de presentar la información a través de saltos temporales y una buena dosifique de diálogos que amenizan la lectura. Ya solo falta resolver la duda de si ya está preparando una quinta novela. La respuesta es sí. Y, por lo que nos llega, esta vez nos trasladará a un mundo onírico donde la música tendrá un papel muy destacado. ¿Un cambio de rumbo dentro de su obra? Tendremos que seguir leyéndolo para descubrirlo.