Se dice que uno de los viajes más bonitos es el que se recorre a bordo de una palabra. Y es que para hacerse mayor, no es suficiente con ir contando los años, también se tienen que ir sumando las palabras que, poco a poco, vamos almacenando en nuestros cerebros. Y eso, claro está, forma parte de la aventura. Esta odisea de los viajes y las palabras es, precisamente, la que recoge el libro El viatge de les paraules (Zahori, 2022). De la mano de Andrea Marcolongo y Andrea Ucini, se propone una excursión por diferentes palabras y la historia que esconden. ¿Por ejemplo, sabías que la palabra mariposa se dice farfalla en italiano por el sonido que imita como baten sus alas? ¿O en inglés se dice butterfly por una antigua leyenda sobre brujas golosas que se convierten en mariposas para robar mantequilla? Si te has quedado atrapado con estas pinceladas, es posible que también quieras satisfacer estas curiosidades (sin ser un niño del todo).

el viaje de las palabras

El viatge de les paraules (Zahori, 2022)

Todavía, sin embargo, con la palabra mariposa a la cabeza, se ve que el origen en catalán de mariposa proviene directamente del latino papilio y su raíz lleva el verbo griego paípallo, que significa "batir" o "vibrar". Una sola palabra nos habría llevado ya a unos cuantos países. Y es que los secretos de las palabras, esperan a ser devorados. Los autores constatan que las palabras siempre viajan y están en movimiento continuo (cuál envidia, ahora que algunos hacen vacaciones unos días). Pero las palabras no únicamente viajan entre países o continentes, sino que también lo hacen entre épocas o de un pueblo a otro. Y con ellas, no únicamente hacen excursiones las grafías, también se mueven arriba y abajo y traen, incluso, maneras de pensar, hacer volar la imaginación.

De esta manera, si las palabras funcionan como si fueran los ojos con los cuales miramos el mundo, las veinticinco historias recogidas en este libro son el viaje que ha hecho hasta ahora la capacidad de expresarnos a través del lenguaje, evolucionando según las nuevas necesidades, éxitos, descubrimientos y sensibilidades. ¿Sin embargo, de qué sirve? Según los dos autores, deshacer el camino para volver a hacerlo para que los jóvenes tengan respeto por palabras con las cuales nos expresamos.

Entre estos veinticinco viajes, los hay de más locos y de más calmados. ¿Para hacer una pequeña cata, podemos pensar, qué sabemos de la palabra nostalgia? La creó el médico Johannes Hofer, el año 1688, para traducir la palabra Heimweh, que significa, literalmente, "color del hogar". El único lugar del mundo que, sea como sea, es "casa". ¿Y cómo llegó Hofer hasta aquí? Estaba estudiando la tristeza profunda que afectaba a los soldados que daba mucho tiempo combatiente lejos de casa y de las familias. Tal como se puede leer en el libro, era una palabra nueva, sí, pero formada por dos palabras griegas muy antiguas: nóstos, "retorno", y álgos, "dolor". Nostalgia es, pues, el deseo de estar donde éramos felices y este deseo es tan fuerte que casi hace daño la necesidad urgente de ponernos en marcha. Y volver.

¿Y el deseo? La página, que explica precisamente de donde viene la palabra deseo y los viajes que ha hecho, esconde una historia bonita sobre los seres que, en un tiempo primigenio, habitaban el mundo. Una historia que será secreta y seguirá durmiendo en las páginas del libro. Sí que se puede revelar, sin embargo, que expresar con palabras el acto de dirigir la mirada hacia alguna cosa o hacia alguien que nos atrae proviene del latín desiderium, compuesto por la partícula de-, que indica carencia o privación, y sidera, "estrellas". Y tal como recoge el mismo libro, de la misma raíz indoeuropea star- o ster- deriva la palabra del griego, antiguo astér y de esta provienen nuestros "astros" nocturnos y la palabra "estrella". Y los autores comentan que, justamente por eso, confiamos nuestros deseos a las estrellas, porque parecen acercarse cuando caen.

Entre las palabras para descubrir, también está el amor, el odio, el chocolate, leer, respeto, pesadilla, política, poesía o margarita. Con ganas de subir al tren de las palabras y saber de donde vienen y por qué. Además, como complemento, cada página contiene una breve leyenda de cómo se dice en otros idiomas. En algunas páginas coinciden, sin embargo, en otras no. Puedes aprender cómo se dice pesadilla en bosnio o deseo en albanés. Todo un mundo (bonito) por descubrir.