A estas alturas ya debéis saber que 'birra' ha sido escogido el 'Neologisme' del año 2022. El Observatori de Neologia (OBNEO) del Departament de Traducció i Ciències del Llenguatge de la UPF y l’Institut d’Estudis Catalans (IEC) ya hace nueve años consecutivos que organizan esta votación popular. ¿Y, qué queréis que os diga?, dar el poder al pueblo tiene cierto riesgo, pero no deja de ser emocionante.

Dar el poder al pueblo tiene cierto riesgo, pero no deja de ser emocionante

Hace falta que sepáis que, para los lingüistas, esta disputa de las palabras para ser normativas y tener una entrada en el diccionario del Institut d’Estudis Catalans es un entretenimiento anual indispensable. Para nosotros es como una especie de tradición que esperamos como el amante del fútbol espera el derbi Girona-Barça, la entrega de la Balón de Oro o alguna cosa por el estilo. De hecho, año tras año, yo misma sé que cuando se acerque esta votación anual recibiré un mensaje de WhatsApp de mi amiga Megan invitándome a la votación y que será así, como de paso, que aprovecharemos para comentar la jugada.

Para los lingüistas, esta disputa de las palabras para ser normativas y tener una entrada en el diccionario del Institut d’Estudis Catalans es un entretenimiento anual indispensable

Me sorprendieron algunas de las otras palabras candidatos: ‘poliamor’, ‘metavers’, ‘violència vicària’, ‘salut mental’ o ‘tuti’. Bien, más que sorprender, me cabrearon. Me cabrearon porque por primera vez me costaría elegir y votar el neologismo del año: tenía que escoger entre 'birra' y 'salud mental'. Por una parte, he utilizado el término 'birra' desde que tengo memoria y es un término antiguo que me gusta y nos representa como sociedad y, por otra parte, el término 'salut mental' me parece moderno y, sobre todo, necesario. ¿Por qué nos lo hacen, esto? ¿Por qué tenemos que escoger uno y ya? Y… ¿En todo caso, cuál tendría que ser el criterio para hacer la elección? ¿El uso que hacemos de la palabra como usuarios de la lengua? ¿La utilidad para la sociedad catalanohablante en general de aquella palabra? ¿La necesidad de modernizar la lengua o bien tenemos que priorizar la estima que tenemos a una palabra en concreto? Hago todas estas preguntas porque a mí, particularmente, me costó mucho decidirme y finalmente fue una mezcla de todas las respuestas a estas preguntas lo que me sirvió para establecer un criterio y decidir qué palabra era la elegida. Supongo que no fui la única que se encontró y choqué con esta disyuntiva, ya que 'salut mental' finalmente quedó en segundo lugar.

¿Y vosotros? ¿Si fuisteis de las casi 14.000 personas que votaron, qué neologismo elegisteis?

El neologismo ganador del año pasado fue ‘negacionisme’. ‘Estelada’ (2014), ‘dron’ (2015), ‘vegà -ana’ (2016), ‘cassolada’ (2017), ‘sororitat’ (2018), ‘emergència climàtica’ y ‘animalista’ (2019) y ‘coronavirus’ (2020) son los neologismos ganadores de otras ediciones de esta votación popular lingüística. ¿Lo veis como, de alguna manera, las palabras nos explican? ¿Lo veis como no es solo un neologismo lo que elegimos? Elegimos una palabra que resume el año o que representa un avance o un cambio, por más pequeño que sea. Se trata de una palabra que nos representa de alguna manera u otra. Y supongo que también es por eso que yo voté 'salut mental'. ¿Y vosotros? ¿Si fuisteis de las casi 14.000 personas que votaron, qué neologismo elegisteis?