El diario ABC ha publicado una carta de un descendiente del almirante Cervera protestando porque el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido retirar el nombre de la calle que éste tenía en la Barceloneta y cambiarlo por el de Pepe Rubianes. Lo considera un "agravio".

Reivindicación de la guerra de Cuba

Guillermo Cervera Govantes alega que el "glorioso" almirante Cervera puso un "broche de dignidad" en un desastre causado por el "desgobierno" y por "un estado de opinión irreal y desmedidamente disparatado". Alineándose con el pensamiento reaccionario español, considera que la pérdida de las últimas colonias americanas fue debida a la falta de patriotismo de la población, generado por unos medios y unos partidos antipatriotas (una doctrina sobradamente difundida durante el franquismo). Cervera Govantes muestra su rechazo por Rubianes y sus "insultantes valores" (que no detalla). Considera que hay una campaña para revertir el "respeto" que despierta el almirante Cervera por "odio y frustración". Guillermo Cervera afirma estar dispuesto a defender "a los ciudadanos de Barcelona y Catalunya entera", "que nada tienen que ver con este proceder".

Nobleza de sangre

Guillermo Cervera Govantes reivindica la raíz aristocrática de su familia remontándose en los "Nueve Caballeros de la Fama" que habrían acompañado a Otger Cataló en el siglo VIII para combatir los musulmanes y que habrían sido el origen de Catalunya (un episodio completamente mítico). Cervera Govantes sigue presumiendo de la participación de sus antepasados en la conquista de Valencia y de Mallorca. E incluso luce familia con otro almirante Cervera, militar de la dictadura franquista.

Brindis de odio

Cervera Govantes, aunque afirma su "respeto y cariño" por Catalunya, acaba el artículo con un brindis, dedicado a los Tercios de Flandes, que él atribuye a Lope de Vega, que usa como una maldición en el independentismo.

¡Por España!
y el que quiera defenderla,
honrado muera.
Y el traidor que la abandone,
no tenga quien le perdone,
ni Tierra Santa cobijo,
ni una cruz en sus despojos,
ni laso manos de un buen hijo
para cerrarle los ojos.

Este brindis en los últimos tiempos se ha pronunciado en algunas unidades militares, dejando en evidencia el pensamiento ultra que domina al ejército español.

El almirante colonialista

Pascual Cervera y Topete fue un militar estrechamente vinculado a las operaciones coloniales españolas. Participó en la guerra del África de 1859-1860, y más tarde se enfrentó a los cantonalistas de Cádiz. Luchó contra los filipinos que se oponían al colonialismo y fue gobernador del archipiélago de Joló. En 1892-1893 fue ministro de Marina. Pero su fama le viene, principalmente, porque en 1898, al estallar la guerra hispano-americana se enfrentó a la armada de los Estados Unidos y fue hecho prisionero. Pero aunque su descendiente hable del "broche de dignidad" del almirante, hay muchos autores que consideran que su intervención fue "errónea y contraproducente" y que lo consideran el máximo responsable de la pérdida de la flota española. De hecho, se le incoó un proceso, aunque finalmente fue sobreseído. El 1903-1904 fue designado senador vitalicio.

Cambio de calles

El 15 de abril la antigua calle Almirall Cervera pasará a llamarse Pepe Rubianes, en honor al actor galaico-catalán que vivió allí. Sólo el Partido Popular y Ciudadanos se opusieron en su momento al cambio de nombre de la calle. Ambas formaciones están extremadamente molestas, no sólo por la retirada de la calle Almirall Cervera, sino también porque se ha cambiado el nombre de la plaza Joan Carles I (por Cinc d'Oros) y la plaza Llucmajor (por Plaza de la República). Incluso han mostrado su irritación por la retirada del monumento al negrero Antonio López, alegando sus contribuciones al bienestar de la ciudad. El Ayuntamiento ya ha decidido cambiar, también, el nombre de la calle Aviador Franco, en la Zona Franca, ya que este personaje, hermano del dictador, participó en los bombardeos sobre la ciudad. Pero todavía no se ha decidido el nombre que lo sustituirá ni la fecha del cambio.