La alfombra roja ya empieza a desplegarse para recibir la 38.ª gala de los Goya en Valladolid. La ceremonia de los Premios Goya 2024 es una de las que más bombo mediático recibe durante el año, y no es para menos: se trata del escaparate que muestra y aplaude las propuestas más destacadas del año que han conseguido entrar en la lista de películas nominadas. Este año, con las producciones catalanas La sociedad de la nieve y 20.000 especies de abejas como dos de las joyas que pueden hacer historia en los galardones. La gala estará presentada por Ana Belén y los Javis, que se estrenan como maestros de ceremonias, y que guiarán las 28 categorías que entregarán estatuilla. Pero la enorme atención que suscita la gran fiesta del cine español se complementa con todas las curiosidades, anécdotas y reivindicaciones de la historia de los Premios Goya.
 

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A falta de saber qué pasará en la próxima gala de la Academia, ya son muchos los detalles y momentos estelares que han causado furor en estas 37 ediciones pasadas de los Goya. Desde una estatuilla robada entra bambalinas al premio que se le entregó al Rey emérito Juan Carlos I, pasando por las parejas que han hecho oficial sus relaciones en plena ceremonia. También reconciliaciones y caídas en directo, discursos emotivos o acciones reivindicativas han sido protagonistas recurrentes de los premios que nacieron en 1987.

Juan Carlos I, ganador del Goya conocido como galardón cero

Una de las curiosidades más tempranas de los premios de la Academia, si no la que más, es que el primer premio Goya de la historia no lo recibió ninguna persona relacionada con el mundo del cine: la primera estatuilla, conocida como galardón cero, se le otorgó al rey Juan Carlos I. Es más: el ahora rey emérito acudió a la gala acompañado de la reina Sofía para recoger el premio, que le entregó directamente el entonces presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, José María González-Sinde. Esa fue la única vez que los reyes estuvieron presentes en la fiesta del cine español, una ausencia que solo se rompió cuando Felipe VI —entonces príncipe de Asturias— acudió a la ceremonia en 1999. Es uno de los momentos más recordados de los Goya, ya que Pedro Almodóvar le cantó en directo el cumpleaños feliz al príncipe cuando subió a recoger un premio por la película Todo sobre mi madre.

La reconciliación de Pedro Almodóvar y Carmen Maura en los Goya

La apología del amor y la consolidación de parejas reconocidas del mundo del arte siempre es algo que suscita afectos y aplausos. Y es que los premios de la Academia han sido testimonios de auténticas declaraciones de amor. Una de ellas es la dedicatoria que el cantante Leiva le profirió a su entonces pareja Macarena García, reconociendo delante de todo el mundo que estaban juntos. "Quiero compartir este premio con Maca García, mi compañera del camino, te quiero un montón", dijo el cantante al recoger el premio a mejor canción original en 2018. También entre goyas se confirmó la relación de Dani Rovira y Clara Lago. Era 2015, y el actor y humorista presentaba la ceremonia, y los realizadores pillaron el beso en la boca que el presentador le dio a su pareja. Incluso cuando Penélope Cruz y Javier Bardem todavía no habían reconocido que estaban juntos, el trabajo detrás de cámaras también consiguió captarlos juntos, pese a que ellos se empeñaron en estar lo menos juntos posible para evitar sospechas.

Pero no todas las declaraciones amorosas han sido entre miembros de una pareja. Pedro Almodóvar quiso reconciliarse con Carmen Maura encima del escenario de los Goya. Ambos se habían distanciado tras el rodaje de Mujeres al borde de un ataque de nervios y el director de Hable con ella intentó hacer las paces regalándole un trozo del muro de Berlín a la actriz. "Si un muro tan espantoso e irracional como el de Berlín ha caído, ese que nos separa a ti y a mí puede también caer de un momento a otro", dijo. También será recordado el precioso discurso entre lágrimas que un joven Miguel Herrán le dedicó a Daniel Guzmán, el director de la película que le hizo ganar el Goya a mejor actor revelación. "Me has dado una vida, Daniel", le espetó delante de todo el público. 

Caídas, errores y reivindicaciones en la gala de los Goya 

Seguramente los errores siempre se recuerdan más que los aciertos, y es que la gala de los Premios Goya ha sido testigo de un montón de meteduras de pata, como el que protagonizó Adriana Ugarte en 2013, cuando se equivocó al dar el premio a la mejor canción original, teniendo que rectificar a los pocos minutos. También Natalia Molina sufrió un momento embarazoso cuando creyó, en la edición casera de la pandemia, que el Goya iba para ella antes de que se anunciara el nombre definitivamente. La confusión se produjo porque la actriz se anticipó al escuchar "Nat", estallando en alegría y emoción, aunque en realidad el premio era para Nathalie Poza. La pasión de Javier Gutiérrez hizo que se tropezara y se le cayera el galardón al suelo mientras se retiraba del escenario, haciendo que la estatuilla perdiera la cabeza. Y Elena Anaya también firmó un momento apoteósico cuando se resbaló y quedó tirada en el suelo.

Uno de los momentos más reivindicativos fue en 2003, cuando todos los invitados lucieron pegatinas con el lema del "No a la guerra" en la solapa de sus vestidos para rechazar la participación de España en la invasión de Irak, e incluso el presidente de la Academia, José Luis Borau, mostró sus manos blancas en directo. Tampoco pasó desapercibido el discurso que Candela Peña dio cuando recogió el Goya a mejor actriz por la película Una pistola en cada mano, en el que aprovechó para cargar contra los pocos recursos de la sanidad y la educación públicas, así como la crisis de la vivienda o la falta de trabajo en la industria cinematográfica. Y casi se produce un delito en la noche de la Academia cuando Albert Solé, director del documental Bucarest, la memoria perdida, dejó su estatuilla en el ropero durante la fiesta posterior y se la robaron. No obstante, la conocida escultura fue devuelta 24 horas después.