El primero en mejor película del 56.º Festival de cine de Sitges se lo ha llevado el filme argentino Cuando acecha la maldad, una obra dirigida por Demian Rugna. La película explica cómo dos hermanos descubren a un hombre infectado por fuerzas malignas y que está a punto de dar a luz a un demonio. El filme también ha sido reconocido con el premio en la mejor película Blood Window. En una entrevista en la ACN, Rugna describió su propia película como "un relato crudo y descarnado". Sin embargo, añadió: "no es una película que se conforme en impactar, sino que quiere explicar un cuento entretenido".

Este año el palmarés ha quedado muy repartido. El galardón a mejor director ha estado para Boloji, para Omen. Esta película sigue la vida de Koffi, quien después de quince años fuera de su país, viaja de Bélgica al Congo con su pareja, una mujer blanca embarazada. El recibimiento por parte de la familia es extraño y frío, una situación que irá empeorando tal como pasarán los días. Lo que desconoce Koffi es que sus compatriotas creen que él es un brujo venido de otras tierras.

El filme británico Stopmotion, de Robert Morgan, ha recibido un premio especial 'ex aequo' por su explotación creativa del lado oscuro de la creatividad. También se le ha concedido este reconocimiento a la película francesa Vermin: la plaga para ser "una película de monstruos poderosa y política".

El jurado ha reconocido Late Night with the Devil, de los hermanos Cairnes, con el premio al mejor guion; a La Morsure con el de la mejor fotografía; en Club Cero con el de mejor música, y a El reino animal con el de mejores efectos visuales. Se han concedido dos menciones especiales por parte del jurado a los filmes Riddle of Fire, porque "hizo muy contento" al jurado, y a Moscas, para mostrar el lado feo de Buenos Aires.

Aumento de la recaudación

En la entrega de premios, la directora de la fundación del festival, Mònica Garcia, ha celebrado que el certamen ha crecido de momento un 13,5% en su recaudación y ha vendido más de 83.000 entradas, cosa que sigue manteniendo Sitges como "la cuna del fantástico". Apuntó que hay un público cada vez más joven que acude a las salas y no se pierde ninguna sesión. "En venta directa de entradas únicas, al margen de los acreditados, estamos en 83.173 entradas vendidas", ha subrayado. En esta línea, el director del festival, Ángel Sala, ha remarcado la gran variedad dentro del cine fantástico que se ha podido ver en esta edición, y ha destacado que el público del certamen "ve a ver todo tipo de cine". Sala ha reiterado la necesidad de "más infraestructuras" del festival en Sitges, y ha dicho que es un debate que está sobre la mesa para la dinámica de crecimiento del certamen.