Viejo conocido del festival, el coreógrafo cubano Carlos Acosta, ha clausurado esta noche la 36.ª edición del Castillo de Peralada. On Before, la propuesta que ha presentado esta noche la compañía Acosta Danza, con un papel protagonista de Laura Rodríguez, ha sido un sentido homenaje a la difunta madre del coreógrafo cubano formado por 8 piezas de danza que han representado inquietudes y experiencias vitales del artista. El espectáculo de esta noche ha sido conformado por obras de coreógrafos y creativos de gran talento mundial como Will Tuckett, Russell Maliphant, Miguel Altunaga, Yury Yanowsky, Kim Brandstrup y del coreógrafo cubano de gran proyección internacional Raúl Reinoso, así como algunas piezas del mismo Acosta con George Céspedes y con Zenaida Yanowsky.
Maravilloso viaje hacia la muerte
On Before es un programa creado en el año 2010 del que ahora Acosta presenta una nueva versión junto a la bailarina cubana Laura Rodríguez, miembro de la misma compañía, Acosta Danza, fundada en Cuba en 2015. Con esta propuesta dancística, el cubano ha hecho una demostración explosiva de la técnica de ballet convencional con mucha conciencia y efectividad. A lo largo de toda la noche se ha presentado un viaje hacia la muerte donde los duetos y solos se han entrelazado de forma sugerente. Con ciertos cambios y añadidos, On Before es el espectáculo que se vio entre 2010 y 2011 en el Teatro Coliseo de Londres y que esta noche ha exigido al público un obligado gesto de abstracción.
Carlos Acosta ha hecho una demostración explosiva de la técnica de ballet convencional con mucha conciencia y efectividad
El público que iba ocupando sus butacas se ha encontrado con un detalle especial en el escenario: sobre el telón se proyectaban gotas de agua deslizándose hacia abajo a la vez que se acompañaba con un sonido ambiente de lluvia, abriendo así una noche que ya vislumbraba que sería muy especial. El programa se ha dividido en dos partes cuya primera ha empezado con la coreografía que también ha dado título al espectáculo, On before, un dúo interpretado por Acosta y Laura Rodríguez obra de Will Tuckett. Con música de John Adams, la creación original fue pensada por Zenaida Yanowsky y William Trevitt para BalletBoyz y se desarrolló a partir de muchos años de trabajo. Los dos bailarines se han movido en medio de un escenario oscuro, sobrio, donde los principales protagonistas eran ellos mismos iluminados por unas luces muy precisas que han permitido resaltar cada gesto y movimiento.
Una pieza original e ingeniosa
El primer solo de la noche ha sido la coreografía de Miguel Altunaga titulada Memoria que Acosta ha interpretado con gran expresividad. Influenciada por el minimalismo clásico y electrónico, la música escrita por Fernando Corona ha creado una atmósfera exuberante que ha enlazado con el segundo solo, esta vez de la mano de Laura Rodríguez. Titulado Sirin, es una creación de Yury Yanowsky con música de Alberto Iglesias. Two, un solo de Russell Maliphant y una de las piezas más originales e ingeniosas del coreógrafo que ilustra poderosamente la química posible que existe entre el movimiento, la luz y la música ha sido la obra que ha cerrado la primera parte del programa de la noche de clausura. Interpretada por Carlos Acosta, y con música de Andy Cowton.
La obra ha descrito los desacuerdos, los puntos en común y las frustraciones del amor
Un breve receso que ha permitido que la pareja de bailarines tomara aire ha dado paso a la segunda parte del programa de la última noche del Festival, que ya vislumbraba el final de este camino que ha llevado a grandes talentos a pasar por el escenario del Parque del Castell. Ésta ha comenzado con la pieza de Kim Branstrup, Footnote to Aston, que interpretada por Rodríguez y con música de Händel, fue nominada a Mejor Coreografía Clásica entre los Critics Circle National Dance Awards en 2005 después de formar parte de una pieza hecha para el Royal Ballet. En esta ocasión se trata de un extracto ambientado en el aria Per te lasciai la luce de la cantata italiana Delirio amoroso. Esta noche ha contado con una puesta en escena muy especial, donde la bailarina ha sido iluminada por cientos de velas que le rodeaban. Falling Deep Inside, la proyección creada por Estudio 50 y rodada a cámara lenta, ha permitido explorar las emociones y tensiones que existen entre dos amantes con imágenes de ambos artistas y con un claro protagonismo del agua. Los espectadores han visto sobre el escenario imágenes con todo lujo de detalles, que han ayudado a realizar la transición entre el solo y un dúo delicado, creado por el cubano Raúl Reinoso de la mano de Beatriz García ha firmado Nosotros, un viaje al interior de una pareja, donde exploran sus experiencias y reflexionan sobre la intermitencia de las relaciones. La obra ha descrito los desacuerdos, puntos en común y frustraciones del amor.
El fin del espectáculo
El espectáculo ha acabado con dos dúos de Carlos Acosta. El primero, Hand Duets, lo ha creado junto con George Céspedes a partir de la música de Omar Puente y el segundo O Magnum Mysterium, es obra de él mismo y Zenaida Yanowsky con música de Morten Lauridsen que ha contado con la participación en directo del coro O Vos Omnes, que ha sido el artista residente de la edición. Cuando la pieza ya llegaba a su final, y después de deambular por el escenario durante todo el espectáculo, mezclándose entre los bailarines y creando formas y sombras bajo las luces, el corazón ha puesto el punto y final de una noche mágica y estelar. Un auditorio totalmente lleno ha premiado a los artistas con fuertes aplausos y silbidos, levantándose de la silla y dando patadas en el suelo, para expresar la gratitud de haber contado, por esta noche de clausura, con dos artistas de tan alto nivel que han regalado un espectáculo único recuperado de 2010.