Hoy era el día en que, por primera vez desde que se decretó el estado de alarma, se podía salir a pasear y hacer deporte en la calle. Barcelona ha abierto sus parques, sin permitir que la gente se siente en los bancos y Madrid ha optado por el contrario, mantenerlos todos cerrados.

Esta decisión ha provocado que los madrileños y madrileñas se hayan visto obligados a realizar las actividades físicas en el asfalto ya que el ayuntamiento de la ciudad considera que los parques pueden ser un foco de coronavirus.

A primera hora de la mañana, la Policía Municipal ha tenido que expulsar a decenas de personas de las zonas verdes. Para hacerlo, los agentes han utilizado la megafonía del coche patrulla para desalojar los parques sin llegar a multar a nadie.

Fuentes de la policía madrileña han explicado a El Mundo que "ha sido un caos, han roto precintos y los ciudadanos han entrado en Madrid Río y la Casa de Campo sin hacer caso de las instrucciones.

La prohibición ha dejado imágenes de aceras repletas donde los que hacían deporte y los que paseaban intentaban convivir.