Varias formaciones musicales superventas, como Coldplay y Abba, así como solistas como Lady Gaga entre otros, han mostrado su disconformidad con Youtube por lo que consideran un "socavamiento de los derechos de los autores" y una "distorsión del mercado".

En este sentido, según adelanta el Financial Times, los artistas han dirigido una carta a la Comisión Europea dentro de una campaña contra el portal de distribución de vídeos que tiene como objetivo presionar Youtube -que forma parte de Google- para que mejore las medidas de protección para localizar cargas no autorizadas y también para dar a artistas y discográficas la opción de generar dinero a través de la publicidad.

Poco control de las cargas

De hecho, el principal motivo de discordia, según los artistas y la industria musical, es el hecho de que YouTube no tiene bastante control sobre las cargas de vídeos musicales sin autorización, un hecho que a opinión de los artistas, provoca "grietas" por donde se filtra dinero en concepto de derechos de autor e ingresos publicitarios que no van a parar a los músicos.

Como respuesta, YouTube ha asegurado que comparte los ingresos por publicidad de vídeos musicales con artistas y no descarta seguir trabajando en colaboración con la industria musical para mejorar la remuneración de los artistas, recordando que, en todo caso, "la inmensa mayoría de las discográficas y los editores tienen acuerdos de licencia con YouTube".

En este contexto, la discográfica más importante del mundo, Universal Music Group, mantiene contratos con empresas especializadas "sólo para encontrar y reclamar contenido propio utilizado sin autorización en YouTube". Los otros principales sellos, Sony Music y Warner, también lamentan la pérdida de ingresos por la misma razón, la carga de vídeos sin autorización.

La venta digital supera la física

Todo este alboroto llega, además, en un momento en que las ventas digitales han superado por primera vez las ventas físicas, según datos de 2015 de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI), un hecho que ha impulsado un sector en decrecimiento en los últimos años.

Aunque las principales fuentes de ingresos digitales son los servicios de streaming como Spotify y Apple Music, la misma IFPI también se suma a las quejas de sellos y artistas en el sentido que "no todos los ingresos llegan a los titulares de los derechos", señalando nuevamente YouTube como uno de los principales responsables de este hecho.