El gobierno egipcio ha anunciado este jueves el descubrimiento bajo la arena en la monumental Luxor, de la Ciudad Perdida de unos 3.000 años de antigüedad, y ha indicado que se encuentra en un buen estado de conservación. Se considera el descubrimiento más importante en Egipto desde el hallazgo de la tumba de Tutankamón.

La ciudad encontrada es la que recibió el nombre de "El ascenso de Atón". La historia de esta ciudad se remonta al reinado del faraón Amenhotep III, el noveno rey de la dinastía XVIII que gobernó Egipto entre los años 1391 y 1353 a.C., y estuvo activa en tiempo de su hijo y futuro heredero en el trono, Amenhotep IV, Akhenaton, en los últimos ocho años de su reinado, así como en el reinado de su sucesor Tutankamón.

Se trata del "mayor asentamiento administrativo e industrial de la era del Imperio Egipcio en la orilla occidental de Luxor", situada en el Nilo, según el Ministerio de Turismo y Antigüedades egipcio, que ha definido el descubrimiento como "la ciudad mayor encuentrada en Egipto". "Las calles de la ciudad están flanqueadas por casas, con piedras en los muros de hasta tres metros de altura", ha asegurado el famoso arqueólogo Zahi Hawas, que está al frente de la misión responsable del hallazgo.

Hawas ha explicado que "muchas expediciones extranjeras habían buscado esta ciudad y no la habían encontrado". Según el Ministerio de Antigüedades, "las capas arqueológicas han permanecido intactas durante miles de años, como si sus antiguos residentes las hubieran dejado ayer mismo". La ciudad, según ha indicado el Ministerio, está "en buenas condiciones de preservación, con los muros casi completos y con estancias llenas de objetos de la vida cotidiana", que han permitido la datación del asentamiento.

Restos Ciudad perdida LuxorLos restos de la Ciudad Perdida de Luxor | Facebook Hawass

"El hallazgo de la Ciudad Perdida es el descubrimiento arqueológico más importante desde el descubrimiento de la tumba de Tutankamón", ha indicado Betsy Brian, profesora de Egiptología de la Universidad norteamericana John Hopkins. "El ascenso de Atón" no sólo permitirá observar la vida de los antiguos egipcios en una época en que "el Imperio estaba en su apogeo", sino también aportará luz sobre "unos de los mayores misterios de la historia: Por qué Akhenaton y Nefertiti decidieron trasladarse a Amarna", la región donde se construyó una nueva capital imperial en el siglo XVI antes de Cristo.

Las excavaciones que llevaron al hallazgo se encuentran entre dos templos, uno dedicado a Amenhotep III y otro a Ramses III, en Luxor, y habían empezado en septiembre del 2020 para tratar de encontrar el templo mortuorio de Tutankamón. Pero después de dos semanas de trabajos, la misión arqueológica tuvo una gran sorpresa cuando empezaron a aparecer ladrillos de adobe por todas partes y los arqueólogos empezaron a desenterrar la gran ciudad.

Hasta ahora han conseguido sacar a la luz varias áreas de la localidad, donde se han encontrado un horno, una gran cocina con hornos y piezas de cerámica para el almacenaje de alimentos, en la que tuvo que trabajar un gran número de personas, así como un barrio administrativo y residencial. La ciudad, según el comunicado, "estaba recorrida por un muro en zigzag, con un único punto de acceso", lo que hace pensar a los arqueólogos que tenía una función defensiva.

Ciudad Perdida de Luxor 2 Facebook Hawass

Otro aspecto de las ruinas de la Ciudad Perdida de Luxor | Facebook Hawass

También han encontrado un área de trabajo con moldes para la producción de amuletos y objetos decorativos y una zona para la fabricación de ladrillos usados en la construcción de templos y que llevan el sello con el nombre el faraón Amenhotep III. Su hijo Amenhotep IV impulsó una reforma religiosa que apartó al dios Amón del culto para imponer en su lugar a Atón (el disco solar), y se cambió su nombre por el de Akenatón (agradable a Atón). Para algunos fue considerado el primer precedente de monoteísmo.

Se atribuye a Akenatón un himno dedicado a Atón que, según algunos estudiosos, después inspiraría al rey David en el salmo 104 que se le atribuye en la Biblia: "¡Alma mía, bendice a Yahveh! ¡Yahveh, Dios mío, qué grande eres! Vestido de esplendor y majestad, arropado de luz como de un manto, tú despliegas los cielos lo mismo que una tienda, levantas sobre las aguas tus altas moradas; haciendo de las nubes carro tuyo, sobre las alas del viento te deslizas".