Ponga un Jake Gyllenhaal en su película y salve su drama pretencioso

Hay actores por los que, sólo por su presencia, vale la pena pagar una entrada de cine. Jake Gyllenhaal, uno de los mejores de su generación, es uno de estos intérpretes capaz de hacer recomenable una película que, sin su concurso, no pasaría de uno de estos dramones que echan en Antena 3 a la hora de la siesta.  

Demolición explica la historia de Davis Mitchell (Jake Gyllenhaal), un banquero de inversiones de éxito que lucha por entender su desconexión emocional después de la repentina y trágica muerte de su mujer, Julia (Heather Lind). Davis empieza a analizar su vida para intentar comprender por qué, cuando estaba en la cima, su castillo vital se empieza a hundir. Convencido de que no hay luz al final del camino, es rescatado por Karen Moreno (Naomi Watts), una mujer que conoce en un encuentro fortuito, con la que acabará reconstruyendo su vida.

Dirigido por el cineasta del Quebec Jean-Marc Vallée (Dallas Buyers Club, Alma Salvaje) y con guion de Bryan Sipe (The Choice), me reitero, fijaos en la interpretación de Gyllenhaal y no prestáis atención (ni la tarea de Naomi Watts es destacable) en el resto de elementos que conforman este drama excesivamente pretencioso. 

Demolición

Título original: Demolition

Año: 2016

Fecha de estreno: 01/07/2016

Duración: 100 min.

País: Estados Unidos

Director: Jean-Marc Vallée

Guion: Bryan Sipe

Reparto: Jake Gyllenhaal, Naomi Watts, Chris Cooper, Polly Draper, Wass Stevens, Judah Lewis