Perdonad el autobombo y la autopubli de este artículo, pero es que escribir un libro está muy sobrevalorado. ¡Porque escribir un libro te hace rico, pero de espíritu! ¡La gente se piensa que después del éxito de Parla bé, collons!, estas chicas de La incorrecta hemos hecho mucho dinerito... Eso es porque no saben cómo funciona el mundillo editorial y la cadena del libro. Me temo que la publicación de Catalanament no nos sacará de la miseria, ni a mí ni a Júlia (@lautonoma), que es quien lo ha diseñado. Bien, en todo caso, "yo he venido a hablar de mi libro" y eso es lo que pienso hacer.

Catalanament ya es una realidad y no es ningún manual, ninguna guía de estilo y tampoco es la segunda parte de Parla bé, collons! Este libro traerá cola, porque al autoprólogo ya avisamos de que "hemos hecho un homenaje al catalán del siglo XXI con sus peculiaridades, sus impurezas y sus disparates" y claro está, eso ya es una declaración de intenciones un poco heavies. Pero bien, no estamos preocupadas y de hecho ya nos hemos acostumbrado porque cuando hacemos cosas y, tal como decía aquel inútil, "los catalanes hacen cosas", tenemos que asumir que es imposible hacer una obra que contente a todo el mundo y que vivimos en una sociedad en la que hagas lo que hagas siempre habrá gente dispuesta a tocar los huevos y meter mierda, así que ¡adelante las hachas y a dejar mear el macho! Porque hablar de lengua siempre es una cuestión complicada y en los últimos tiempos, conflictiva. Pero tranquilos porque nosotras, si hace falta, aguantaremos el chaparrón y le pondremos dos ovarios. ¡Pase lo que pase, moleste a quien moleste! ¡Y a quien no le guste, que se aguante!

Hablar de lengua siempre es una cuestión complicada y en los últimos tiempos, conflictiva; pero tranquilos porque nosotras, si hace falta, aguantaremos el chaparrón y le pondremos dos ovarios

Frases hechas de siempre, tacos, palabras intraducibles, orígenes curiosos de dichos populares, latinismos para ir por el mundo... Catalanament es eso, el catalán de toda la vida y el catalán tal cual. Y claro está, hacer un homenaje al catalán que hablamos y que vivimos es, en definitiva, explicar y hacer pública nuestra manera de ver y de vivir la lengua. ¿Y quién nos puede negar esta visión y este sentimiento? Pues absolutamente dingú, como diría nuestro querido becario. Así que con la tranquilidad de hacer las cosas que nos hacen felices y con la seguridad de haber hecho el trabajo con el corazón en la mano y de la mejor manera que podemos y sabemos, lo único que esperamos es que nuestro libro os guste mucho y que os lo paséis muy bien leyéndonos. Como buena autónoma, acabo este artículo pidiendo limosna descaradamente y sin manías: si este Sant Jordi 2022 quieres regalar o comprar un libro, que sea el nuestro.