Ha muerto a los 77 años el director de cine Bernardo Bertolucci, autor de películas como El último tango en París, Novecento, El último emperador o El conformista. Aunque sólo ganó un Oscar, con El último emperador, ha sido reconocido como uno de los creadores más influyentes de Italia.

En la estela de Passolini y Sergio Leone

Aunque Bertolucci de joven quería dedicarse a la poesía, muy pronto se decantó por el cine, y empezó como ayudante de dirección de Pier Paolo Passolini y como colaborador de Sergio Leone. Obtuvo su primer reconocimiento público con El conformista, pero realmente la película que le hizo popular fue El último tango en París, una obra polémica por su contenido sexual, con Marlon Brando como actor principal. Sus películas, con referencias al sexo, las drogas y la violencia, generaron prevención, sobre todo porque sus personajes eran personas de la calle, nada excepcionales, a menudo enmarcadas en escenarios muy cotidianos. En 1975 tendría otro gran éxito con una gran película marcada por su tono izquierdista, Novecento, una reflexión sobre la historia de Italia con Robert de Niro y Gerard Depardieu.

La fascinación oriental

Aunque la mayoría de sus películas se desarrollan en escenarios próximos, tiene algunos filmes rodados en escenarios exóticos. En 1987 Bertolucci estrenó El último emperador, sobre el niño que fue el último emperador de China, una película con que se llevaría su único Oscar. Seis años después rodaría otro filme de temática oriental, El pequeño Buda, otro de sus últimos éxitos. En su novela El cielo protector, basada en una novela de Paul Bowles, llevaría la acción al Sáhara.

El último escándalo

Hace 2 años Bertolucci vio su prestigio enturbiado por un gran escándalo. Bertolucci había confesado poco antes que en el rodaje de El último tango en París había rodado una escena no consensuada con la joven actriz Maria Schneider, de 19 años... Afirmó que para dar autenticidad a la escena de la violación con una barra de mantequilla prefirió no advertir a la actriz, y que había acordado cómo hacer el rodaje con el actor Marlon Brando. Maria Schneider quedó muy traumatizada por este rodaje. Bertolucci recibió numerosas críticas por su comportamiento abusivo con Schneider, que justificaba por la necesidad de hacer buen cine.