La retirada de la obra de Santiago Sierra sobre los presos políticos de la feria ARCOmadrid para "evitar polémicas" ha encendido las redes y ha generado vehementes condenas y algunas adhesiones por parte de políticos. Pero el mundo del arte, hasta ahora, se ha mostrado tímido a la hora de valorar los hechos. La mayoría de condenas a la censura surgen del mundo soberanista y, en cambio, poca gente procedente del universo artístico ha condenado los hechos: en realidad, muchos medios especializados en arte se han limitado a dejar constancia de la noticia sin aportar ninguna valoración.

Merino y Colomer, contra el IFEMA

El artista Eugenio Merino, que tuvo un gran éxito en el Arco de 2013 con un Franco congelado en una nevera que también despertó polémica y le llevó a los juzgados, ha querido dejar claro que "En Arco, y en España, hay censura. Si no hubiera no hubieran retirado la pieza. Qué hay censura en España es de cajón". Ha recordado que también se quiso retirar su obra sobre el dictador por presiones de la Fundación Francisco Franco. Jordi Colomer, el artista que representó al Estado español en la última Bienal de Venecia también ha denunciado la retirada y ha afirmado que se trata "de un precedente que no se puede tolerar". "No soy independentista y no estoy a favor de lo que se está haciendo en Catalunya, pero lo que está pasando es patético", ha afirmado Colomer.

El director de la feria, contra el IFEMA

El director de ARCOmadrid, Carlos Urroz, ha criticado abiertamente las presiones de IFEMA en contra de Sierra. Ha apuntado que le parece "una idea malísima" retirar la pieza y ha revelado que él había recomendado a la galerista que no retirara la pieza y ha asegurado que la decisión de sacarla ha correspondido a la galería, que ha reaccionado así a las presiones del IFEMA. Según Urroz, Arco, como tal, no ha participado en la decisión. También la galerista Juana de Aizpuru, una de las fundadoras de Arco, ha asegurado que ella no hubiera tomado la decisión de hacer retirar la pieza pero que nadie "se ha equivocado". Y ha puntualizado que "lo que dice la pieza es mentira, odio que se les llame presos políticos".

Límites para el arte, según la baronesa

En cambio, Carmen Thyssen ha dicho que la obra le parece "un poco de mal gusto" pero no se ha querido pronunciar sobre su retirada, aunque ha afirmado que "hay límites al arte moderno".