En las postrimerías del siglo XIX, Hermen Anglada Camarasa (Barcelona, 1871 - Puerto de Pollença, 1959) se instaló en París y gracias a las Exposiciones Universales triunfó a escala internacional. Su producción artística cambió con el estallido de la Primera Guerra Mundial, ya que se establece en el Puerto de Pollença. Allí se dedica a pintar paisajes mallorquines otorgando fuerza a los colores y a la luz y dejando el tema en segundo plano. La exposición del MNAC Anglada Camarasa. L’arxiu premeditat nos invita a conocer a este pintor desde las raíces de su arte. Los documentos, las fotografías y las pinturas quedan distribuidas entre estantes móviles llenos de carpetas; como si nos encontráramos en una habitación de archivo. 

El valor de un archivo

El pintor conservó todas las cartas de invitación, los catálogos de exposiciones donde participó, las tarjetas de contacto, esbozos de sus obras y un largo etcétera. Tener acceso a estos documentos de un artista de tal importancia del siglo XX nos demuestra el valor fundamental de un archivo. Por ejemplo, nos da el privilegio de seguir su proceso creativo, que a menudo se servía de la fotografía. Lo utilizaba como herramienta para captar instantes de la realidad desde diferentes puntos de vista, y después hacer una síntesis con la pintura. Es el caso del famoso cuadro de la Granadina (1915), del que todavía disponemos de las fotografías de la modelo.

Tener acceso a estos documentos de un artista de tal importancia del siglo XX nos demuestra el valor fundamental de un archivo

4. Anglada Camarasa, Granadina, Museu Nacional d'Art de Catalunya
Anglada Camarasa, Granadina, Museu Nacional d'Art de Catalunya

Su propio marchante

Anglada Camarasa ejerció como su propio marchante, y esta insólita circunstancia nos revela la parte menos artística de un artista; las gestiones y los trámites necesarios para tener ingresos. Es muy entretenido leer las críticas de sus obras o las cartas que intercambiaba el pintor con autoridades artísticas de la época, que le hacían saber sus éxitos. Igual que es curioso ver el listado de obras que escogió él mismo por si alguna vez se organizaba una exposición antológica, apuntando quién tenía cada pieza y el valor de cada una. Un documento te lleva al otro y poco a poco vas recopilando información de diferentes aspectos de Anglada Camarasa que configuran una imagen de cómo podía ser.

La exposición de este archivo delata la cara más antibohemia del pintor por el orden y el control que lo determinaban

Un pintor antibohemio

La exposición de este archivo delata la cara más antibohemia del pintor por el orden y el control que lo determinaban. Por una parte, seguía un orden meticuloso en todo lo que creaba, un ejemplo es que clasificó sus obras según el tema representado. Por otra parte, tenía un gran control de toda su carrera artística. Esta exposición, comisariada por Pilar Cuerva y Eduard Vallès, ha sido posible gracias a la donación del archivo de la artista realizada por su familia y se puede visitar hasta el 7 de mayo.