Diez de los doce barrios con una renta más baja de Barcelona no tienen ninguna librería. Según un análisis de datos realizar por la ACN a partir del directorio de librerías del Ayuntamiento, entre las zonas más pobres, sólo el Raval, y el Besòs y el Maresme tienen. Las zonas más ricas concentran el 61% de los establecimientos, aunque sólo vive allí el 33% de la población de la ciudad. En cambio, 25 de los 73 barrios de la capital catalana no tienen ninguno, y 21 de ellos están por debajo de la renta media barcelonesa. El Gremi de Llibreters lamenta los datos y, su presidenta, Maria Carme Ferrer, cree que la falta de librerías "empobrece mucho" su entorno. Además, pide a las administraciones "poner facilidades" para abrir nuevas.

Una ciudad con vacíos

Sobre las causas por la distribución asimétrica, Ferrer expresa que, normalmente, donde el poder adquisitivo es grande, más gente tiene "formación académica" y "suele ser mucho mejor cliente de librería". Con todo, deja claro que sea cual sea el poder adquisitivo, "siempre puede haber lectura" mediante, por ejemplo, las bibliotecas, a quien ha animado que "compren en las librerías de proximidad". El Gremio de Libreros también recuerda que, aparte de la renta, otros factores como la "tradición histórica" de concentración de actividad comercial en determinados lugares afectan, así como el aumento del precio del alquiler en los años antes de la pandemia, cierres con especial presión inmobiliaria y hotelera. Según la entidad, distritos como el Eixample habían perdido librerías, pero han recuperado recientemente. En cualquier caso, se muestran conscientes de que "hay vacíos" en la ciudad, e instan a la Generalitat y el Ayuntamiento de la capital a activar subvenciones similares a la línea ahora activa para ayudar municipios sin librerías a implantar.

La media de librerías en Barcelona es de 19,4 por cada 100.000 habitantes

La media de librerías en Barcelona es de 19,4 por cada 100.000 habitantes, teniendo en cuenta los 322 establecimientos que constan al directorio del Ayuntamiento y los datos de población del padrón de 2021. La renta media disponible de la capital es de 20.956 euros, según el informe del consistorio 'la renta de los hogares en Barcelona', publicado en julio del 2021 con datos del 2018.

Mapa de librerías de Barcelona
Mapa de librerías de Barcelona. Ilustración ACN

Las dos Barcelonas

Un 85% de los 49 barrios que están por debajo de esta renta también están por debajo de la media de librerías por persona, mientras que se sitúan por encima de Sants, Poble-sec, la Fuente de la Codorniz (con una de sus dos librerías en el Caixafòrum), Montbau (con un establecimiento del Campus Vall d'Hebron de la UB), y tres de los cuatro barrios de Ciutat Vella (el Raval, el Gótico y Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera), una de las zonas particularmente comerciales de la ciudad. Entre los 12 barrios más pobres de la ciudad, aparte del Raval (51,3 por cada 100.000 habitantes), sólo el Besòs y el Maresme tiene librerías (3,8). En concreto, sin embargo, sólo una, la tienda del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona.

Un 85% de los 49 barrios que están por debajo de esta renta también están por debajo de la media de librerías por persona

Justo la mitad de barrios por encima de la renta media de Barcelona también se encuentran por encima de la media de 19,4 librerías para|por cada 100.000 habitantes, aunque la zona más rica, las Tres Torres, se queda por debajo (12,2). Barrios como el Putxet (10), la Bonanova (15,4) o el Poblenou (14,5) también están por debajo, y hay cuatro sin ningún establecimiento: la Fuente de en Fraguas, Vallcarca y Penitents, Vallvidrera, el Tibidabo y les Planes, y la Vall d'Hebron. La Dreta del Eixample (115,7) es el barrio de Barcelona con más densidad de librerías, seguido del Gótico (83,2), la Antigua Izquierda del Eixample (67,4), el Raval (51,3) y la Villa de Gracia (47,6). En total, los 20 de los 73 barrios más ricos acaparan el 61% de las librerías de la ciudad (198) pero sólo cuentan con aproximadamente un tercio de la población (562.541 habitantes).

Por distritos, la desigualdad territorial también coincide con la de renta, dejando de lado Ciutat Vella, un área de comercios que es al mismo tiempo el distrito más pobre pero el más denso en librerías (46,5 por cada 100.000 habitantes). En las nueve otras zonas, una renta per cápita por encima de la media barcelonesa es sinónimo de un número más alto de establecimientos por habitante que la media de la ciudad. El Eixample es el segundo distrito con más densidad (41,2), mientras que Horta-Guinardó (2,9) está en la cola.

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Las zonas más ricas concentran el 61% de las librerías de la ciudad. Foto: ACN

Potenciar las bibliotecas

Nou Barris es el segundo distrito con menos comercios de venta de libros (5,2), y con 8 de sus 13 barrios sin ninguna. En este sentido, Albert Recio, vicepresidente primero de la Federación de Asociaciones Vecinales de Barcelona (FAVB) y vecino de Nou Barris, enmarca el contexto de pocas librerías en su distrito en el hecho de que "el consumo cultural está asociado al nivel de renta". "Es normal que un distrito con un nivel de renta más bajo tenga menos centros de consumo cultural", admite. Recio comenta que antes había librerías en el barrio que combinaban la venta de libros con prensa escrita, pero con la digitalización de los diarios eso ha perdido peso y ha liquidado parte de los negocios. En eso se le ha sumado también el impacto de las grandes empresas de venta por internet.

Los vecinos consideran que la administración tiene que hacer un esfuerzo por completar la red de bibliotecas municipales

Recio considera que la administración y las escuelas pueden tener un papel importante en suplementar esta falta de negocios físicos en los barrios. De hecho, cree que la administración tiene que hacer un "esfuerzo", pero no para promover librerías sino para completar la red de bibliotecas municipales, que ya se ha ampliado los últimos años. "Así, la gente que quiere leer y no tiene recursos puede ir a la biblioteca", comenta. Por ejemplo, menciona que un equipamiento que está pendiente de impulsar es el de la biblioteca proyectada en el solar donde había la fábrica La Ideal Plástica Flor, a la Prosperidad. Según él, las bibliotecas se han convertido en auténticos "centros de formación cultural", ya que se hacen actividades más allá del préstamo de libros. En los barrios obreros, destaca, hay pocos recursos. Por eso, recuerda que aquello que realmente ha estado importante en Nou Barris ha sido la ampliación del sistema educativo público y las bibliotecas. "Eso ha hecho que gente joven haya tenido acceso a cultura", concluye.