A un kilómetro y medio de la estación de Igualada, en la calle Alemanya 43, se encuentra un peculiar museo: el Railhome BCN. Es el fruto de la obsesión por las miniaturas ferroviarias de Antoni Rabell, quien lleva 40 años coleccionando piezas y desarrollando una gran maqueta. Desde que a los 10 años quedó fascinado por una maqueta, en una visita a Barcelona, no ha parado de comprar, primero vagones y máquinas de tren, más tarde casas, y al fin todo tipo de materiales relacionados con los trenes (desde gorras de ferroviario hasta farolas de maniobras). Al fin, decidió convertir su colección en un museo ejemplar. Durante los meses de junio a septiembre, el Railhome está abierto de 10h a 14h y de 16h a 18h (el domingo no abre por la tarde). El precio de entrada oscila entre los 3 euros de los niños de 4 a 8 años y los 8 euros de los adultos. Se puede reservar entrada mediante el teléfono: 676 959 432. El museo cierra del 20 de agosto al 16 de septiembre.

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En el centro, la maqueta

Sin duda, el elemento más llamativo del conjunto es la gran maqueta que se sitúa en el centro del museo. Se trata de una miniatura a escala HO, que ha sido realizada con el mayor detalle. No se trata sólo de vías por donde circulan trenes, sino que cada rincón de la maqueta refleja en detalle aspectos de la vida cotidiana. Los trenes circulan entre fábricas, entre huertos, entre parques de atracciones, entre iglesias, entre casas de vecinos, entre fiestas populares, entre cementerios, entre bomberos extinguiendo incendios, entre instalaciones portuarias... Todo con un inequívoco sabor centroeuropeo, pues la mayoría de las piezas de la maqueta son de esta procedencia geográfica.

Repertorio espectacular de trenes

El repertorio de trenes que circula por esta maqueta es premeditadamente ecléctico... Hay máquinas de vapor del siglo XIX, del momento de la invención del ferrocarril. Por las vías también circulan numerosas máquinas de vapor del siglo XX. Hay algunos de los clásicos del transporte de viajeros de la segunda mitad del siglo XX, trenes de mercancías del mismo periodo... Pero no queda todo en un repertorio de trenes de época. Hay trenes recientes, como el famoso Mozart, que unía París con Viena, o los trenes de cercanías que circulan actualmente por Catalunya (incluso los de dos pisos). Y, evidentemente, no puede faltar todo un mito como los trenes de alta velocidad: un aliciente para los amantes de los trenes, y para los niños.

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Sincronización perfecta

La maqueta está pensada para que muchos trenes puedan funcionar al mismo tiempo por sus vías. Cuenta con centenares de desvíos y pasos a nivel, pero también hay estaciones, talleres... E incluso también se mueven funiculares, grúas, norias, un metro, un tren minero... Conseguir que toda esta maqueta funcione como un reloj se consigue mediante un esmerado programa informático.

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Pasión por el tren

En Railhome no sólo hay una gran maqueta. También se muestran muchos trenes en miniatura que no caben en la maqueta. Rabell asegura que tiene 8.000 piezas de material ferroviario, entre máquinas y vagones. Por lo tanto, hay de todos tipos y para todos los gustos. Las vitrinas situadas en torno a la maqueta están llenas de trenes, de todos tipos...

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Más allá del modelismo

Antoni Rabell adora los trenes en miniatura, pero también los trenes reales. Por eso en el Railhome también muestra su colección de otros materiales relacionados con el ferrocarril. Hay muchas gorras de ferroviario, de países diferentes, hay lámparas de ferrocarril, de las que ya han sido completamente retiradas de circulación, hay fotografías de trenes, hay insignias, hay maletas, hay letreros de estación, hay acciones de las compañías... Incluso hay un viejo reloj de estación que domina toda la colección.

Dejarse cautivar

Los trenes de modelismo tienen algo hipnótico. Es muy difícil resistirse a ellos. Una gran maqueta, como la de Railhome, invita a perderse mirando a todos y cada uno de sus detalles. Railhome causará las delicias de todos los aficionados al mundo del tren. Y es casi asegurado que los niños quedarán maravillados ante el movimiento continuo de esta gran maqueta. Una excusa perfecto para visitar el Anoia, donde encontraréis muchos otros atractivos...